El piloto, el presidente y los aeropuertos

El Piloto de nombre Edgar N, casi es despedido por Aeroméxico por pedirle a AMLO que reconsiderara opción de construcción de aeropuerto en Texcoco, AMLO negó que haya pedido sanción
- en Foro libre

Salvador I. Reding Vidaña

Hace unos días, el ocho de noviembre pasado, el piloto de un avión comercial en donde viajaba Andrés Manuel, Rafael Bolio Cuevas, le dio la bienvenida a éste y le dijo que mejor prefería el aeropuerto de Texcoco, a lo que, al descender del avión, Andrés Manuel le dijo que no, que Santa Lucía. El piloto todavía le despidió cortésmente. Nada irregular, ninguna descortesía del piloto, solamente un comentario de la manera más amable. Digamos que este señor hizo uso de su derecho de opinar libremente. “Una bienvenida especial al presidente que nos acompaña el día de hoy, esperamos que se sienta a gusto. Ojalá lo podamos convencer de hacer el aeropuerto de Texcoco (…) Si no es posible, pues ni modo, ¿verdad?”. Fue todo.

Pero al parecer, a Aeroméxico como empresa le preocupó esto, y envió una carta que fue filtrada o enviada intencionalmente a los medios de comunicación. En su corto texto, pedía al piloto que explicara lo sucedido en el avión, pues podrían haberse violado disposiciones o reglamentos de la empresa. En dicha carta, el jefe de pilotos dice que “aparentemente hubo un incumplimiento al Reglamento Interior de Trabajo”. Nada de eso, nada que perjudique al servicio, a las relaciones o al prestigio de la empresa, como se supone preocupaba a Aeroméxico. La acción del piloto fue cortes y sin afectar a la empresa. Que no gustara al presidente, es otra cosa, como le disgusta toda opinión que difiera de la suya.

Una petición muy extraña (pedirle más explicación de lo sucedido), por decir lo menos, ya que ambas conversaciones, que no hubo más, circulan en videos en las redes sociales, a lo que no hay nada más que agregar. Pienso que el problema es que Aeroméxico quiso congraciarse con el presidente, o al menos evitar alguna represalia, como las que acostumbra hacer cuando anda de malas si le dicen lo que no quiere oír.

Ahora la empresa informa que el piloto Rafael Bolio Cuevas “sigue volando regularmente”, cuando eso no debería ser noticia alguna. Creo que se están curando en salud. Este piloto no violó ninguna reglamentación y la empresa debe saberlo a ciencia cierta. Nada debe pasar, y que no habrá más comentarios al respecto informa Aeroméxico. Mi conclusión, es el conocido dicho de que el miedo no anda en burro. Y que desgraciadamente, la intolerancia de Andrés Manuel a la disidencia, es causa de preocupación comprensible, para quien sea, incluyendo Aeroméxico.

Andrés Manuel tocó el tema la mañana del jueves 21 de noviembre, durante su conferencia matutina, y negó haber solicitado a Aeroméxico tomar represalias contra el piloto Bolio. Dijo que “Está dándose a conocer que se llamó a un piloto de Aeroméxico que habló en un vuelo en el que me trasladé sobre lo del aeropuerto de Texcoco, y expresó de manera muy respetuosa su opinión (…) No fue ofensivo, ejerció su derecho de manifestación”. “Ahora salió que la empresa lo citó y nuestros malquerientes están diciendo que nosotros le pedimos a la empresa que lo llamara a cuentas, no es cierto, nosotros no hacemos eso, no somos autoritarios”. Al piloto, que lo dejen prudentemente en paz, pues.

Lo que sí ha hecho Aeroméxico, ya hace semanas, es informar públicamente que sus aviones no aterrizarían en Santa Lucía, y eso por razones de seguridad, como también lo ha hecho la asociación de líneas aéreas de los Estados Unidos. Eso si es buena razón para esperar represalias presidenciales, injustificadas pero posibles. Si continúan con la insensatez de construir el nuevo aeropuerto en Santa Lucía, y operar tres aeropuertos distantes entre sí, como parece ser, México tendrá un serio problema de viajes a la capital del país y otras ciudades cercanas.

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