El bastonero real es un personaje que se ha convertido en toda una tradición dentro de las fiestas del Carnaval de Veracruz desde hace 70 años.
Se trata de una figura representada siempre por un varón con bastón en mano que ha quedado inscrito en la historia de la celebración, como un elemento que hoy es indispensable.
El hombre con trajes elegantes, con mucho brillo, a veces con antifaz, es la cara de los desfiles, el que abre el paseo y guía el contingente.
En la historia del Carnaval de Veracruz algunos varones han participado apasionadamente año con año en esta celebración.
La situación para los bastoneros no siempre fue fácil, algunos han afrontado múltiples dificultades como la geografía, la falta de recursos y los problemas de salud.
Estas adversidades, a excepción de la muerte, no han sido obstáculos para que estos personajes sean parte de la fiesta más representativa del estado de Veracruz.
Según la escaza literatura que documenta el Carnaval de Veracruz, el primer bastonero real en la historia de las fiestas carnestolendas fue Antonio Flores Rentería.
Ana María Silva en su libro “La Historia de una Alegría. Antología de los Carnavales”, menciona que este personaje -de manera espontánea y voluntaria- se inserta en el carnaval en el año de 1944 y desde ahí se instauró como una tradición.
El significado del bastonero real en el carnaval de Veracruz se comprende mejor si se conoce la posición que éste ocupa en los desfiles y en las coronaciones durante la celebración.
De acuerdo con el periodista y escritor Gonzalo Martré en su libro ¡Que viva por siempre el carnaval! (2008):“El bastonero real es figura imprescindible del carnaval. Abre el desfile por delante del carro alegórico de la reina, luciendo elegante, solemne, como todo un ujier principal que se aprecia”.
El mismo autor explica que aunque Flores Rentería radicaba en Colima, durante 28 años ininterrumpidos se trasladó a Veracruz para participar en todas las actividades propias de la fiesta.
Afirma que el propio bastonero se costeaba sus trajes, traslado, alimentación y hospedaje, sin contar con el apoyo del comité de carnaval en ese entonces.
“Es más, el comité de carnaval de 1972 trató de impedir su cometido, dando así muestra de mezquindad e ingratitud. Y así fue hasta que ya no puedo venir más. Veracruz y los veracruzanos deben reconocer de algún modo efectivo que un extraño le dio al puerto realce a esta fiesta con su sola presencia”, subraya en su texto.
Más tarde, 24 años después, en 1996, el ex alcalde de Veracruz Roberto Bueno Campos le da la oportunidad a Nicolás Mendizábal “Makalú”, como el segundo bastonero real en la historia del carnaval.
Desde 1968 este hombre de origen cubano y entusiasta formaba parte de la organización del carnaval, cuando apenas tenía 23 años de edad.
Mendizábal se entregó a la realización de la fiesta durante 40 años, aunque como Bastonero Real sólo partició ocho años.
Makalú falleció un 29 de abril del 2004 en su domicilio y en la pobreza, a dos meses de haber participado con problemas de salud en el carnaval de ese año.
Durante el periodo 2005 -2006 lo sustituyó como bastonero Erasto García Triana, “Chico Samba”, originario del puerto de Veracruz, quien hoy en su edición 90 es el Rey del Carnaval.
Para García Triana las fiestas carnestolendas no le resultaban ajenas, su suegro Enrique de la Fuente “La Pelirroja”, fue rey del Carnaval de Veracruz en 1975.
Durante el año 2007 y con la aprobación del Comité del Carnaval, se integra un nuevo bastonero real, Guillermo Rommel Enríquez Arana.
Luego de 23 años dedicado a labores de organizacón y actividades propagandísticas del carnaval, muy similar al caso de Makalú, este veracruzano se incorpora como protagonista de la fiesta a sus 42 años.
Hasta la fecha, Enríquez Arana ostenta el título de bastonero real del carnaval de Veracruz. Cabe mencionar que aún no existe un reglamento para elegir al bastonero real, por lo que el Comité Organizador lo designa..
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