Veracruz: del cambio histórico a la justa justicia

Verónica Hernández quiere mas dinero, pese a que fiscalía no ofrece ninguna mejoría en investigación de delitos la impunidad es gravísima
- en Foro libre

Por: Dr. Alejandro Iñigo

«Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada”: (Edmund Burke)
El pasado 28 de mayo del presente año, se llevó a cabo la ratificación de la Licenciada Verónica Hernández Gandiáns como Titular de la Fiscalía General del Estado de Veracruz, hecho histórico por ser la primera mujer que ocupa un cargo de tal magnitud dentro de las áreas de procuración de justicia, ya sea la actual Fiscalía General como la extinta Procuraduría. Lo anterior se da dentro de otro contexto histórico, como lo es la llegada de la izquierda – tanto en el cargo máximo nacional de la Presidencia de la República, como en el cargo máximo estatal como lo es la Gobernatura de Veracruz -, y donde es necesario hacer notar que las formas se han acabado. 

El gran problema de que las formas se terminen, es el hecho de que con ellas se termina la aplicación de la ley, la norma y el reglamento, los cuales son la piezas fundamentales que dan forma y unen a nuestra República, a nuestro Estado, a nuestro municipio; la consecuencia directa, es que todos ciudadanos, al observar una carencia de aplicación de dichos preceptos, se suben al tren de la ilegalidad y de la corrupción, circunstancias que se arraigaron en nuestro país desde décadas pasadas y que hoy vivimos en consecuencia de esas prácticas en todos los estratos sociales y en todos los niveles gubernamentales.

Es verdad lo que declara, una y otra vez, el ciudadano Presidente López Obrador en el sentido de tratar de erradicar la corrupción, la ilegalidad y sus derivados; es una loable labor en la que ha definido su plan de trabajo y de la cual hace esfuerzos sin precedentes para llevarlo al pie de la letra, pero es el recurso humano en donde se apoya, que dicha labor se agrieta y, por consecuencia como en los botes o barcos, éste empieza a “hacer agua” y, a casi dos años de ser gobierno, muchos de los programas no terminan por arrancar u otros son un completo desastre, tanto nacionales como estatales.

La pandemia actual ha dejado al descubierto las fallas en el sistema político, gubernamental y social de nuestro país. Pero también se ha abierto la oportunidad a que los ciudadanos alcen la voz, opinen y, lo más importante, lleven a cabo acciones en beneficio del bien común. Aún hay tiempo y manera de poder rectificar esas fallas u omisiones ya planteadas, precisamente en el retorno a la legalidad, a un cambio en la hoja de ruta, que permita a los gobernantes y gobernados, en conjunto, llevar a buen puerto a nuestro país y Estado.

Con base en lo anterior, es que durante el proceso de elección de Fiscal General, el DOCTOR GABRIEL ALEJANDRO WILLIAMS MENDOZA, aspirante a dicho cargo, tomó la decisión de hacerle llegar a la población el conocimiento de lo que esa responsabilidad requiere y cuales son sus funciones, de que la JUSTA JUSTICIA es para todos y no para unos cuantos, que desde el más humilde bolero o ama de casa hasta el ganadero, comerciante o empresario requieren, solicitan, claman por esa JUSTA JUSTICIA al verse afectados en su patrimonio, en su esfera jurídica, en su tranquilidad y que están en su derecho de que se les atienda y se les resuelva su problemática.

El DOCTOR WILLIAMS MENDOZA recorrió a lo largo y ancho, el Estado de Veracruz, con el objetivo de compartir su experiencia laboral y académica en materia penal y pudo constatar, que las personas están ávidas de justicia; se recopiló una enorme cantidad de reclamos, de denuncias ciudadanas, de lamentos y de gritos desesperados de personas que han perdido familia, amigos, bienes, propiedades, ganado y un sinnúmero de delitos que día a día se llevan a cabo y que, desafortunadamente, no son atendidos por las policías municipales y estatales -ellos como primer contacto-, ni posteriormente por las fiscalías regionales, como entes encargados de recabar denuncias y su posterior investigación, ya sea porque no hay la capacidad, elemento humano y material para atender lo prioritario o por omisión. Todo lo anterior fueron temas que el DOCTOR WILLIAMS MENDOZA planteó y puso sobre la mesa, con el objetivo de que encarar, de frente, los múltiples problemas que afectan a todos, de una u otra forma.

Es aquí que se tiene el ejemplo de un ciudadano capacitado, con experiencia laboral, con años de academia que, con sus propios recursos, decidió apartarse de sus responsabilidades individuales para buscar una responsabilidad mayor en beneficio de la colectividad. Y es precisamente en éste tipo de ciudadanos, que es como se puede retomar el rumbo que clama el Presidente, con personas que tengan probada experiencia, probada honorabilidad, que su fundamento sea la academia, sapiencia en administración pública y, lo más importante, con un sentido humanitario, porque en muchas ocasiones, las personas aún con sus asuntos perdidos, sólo necesitan ser escuchados y atendidos.

No sólo es el poder por el poder, no sólo es el imponer en los puestos públicos a los amigos y a los compadres – por que éstos serán fieles lacayos que se someterán a los caprichos del inmediato superior -, no sólo es llegar a un cargo a satisfacer sus propios egoísmos y necesidades, porque todo lo anterior se traduce en una sola palabra: CORRUPCIÓN, tema que el Presidente ataca con todo su poder.

Se puede, todavía, cambiar el rumbo, se puede retomar la legalidad, el Estado de derecho, la civilidad, el imperio del Estado hacia sus gobernados y quién cometa un delito, que sea castigado de acuerdo a nuestras leyes; con hombres y mujeres capacitados, con experiencia, con academia, con un sentido de lealtad a las instituciones, con humanismos hacia el agraviado, con criterio para discernir sobre una decisión de libertad o cautiverio que afecte a un justiciable, con humildad para reconocer cuando hay un error y enfrentarlo, con la capacidad de administrar recursos del Estado con limpieza y transparencia, con una moralidad sin tacha que permita dar la cara ante las adversidades y corrupetelas de una sociedad que, dicho sea de paso, también se ha acostumbrado a ser corrupta. JUSTA JUSTICIA, dice el DOCTOR GABRIEL ALEJANDRO WILLIAMS MENODOZA y él, es uno de esos hombres.

Es cuanto.

 

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