José Rojas/ Boca del Río, Ver.- Hasta el momento la Fiscalía General del Estado no cuenta con pistas de los asaltantes, que a punta de pistola, robaron medio millón de pesos en efectivo y un automóvil a los integrantes de una familia, a los que dejaron amarrados dentro de su casa en la colonia Luis Echeverría de éste municipio.
El atracó lo cometieron hombres desconocidos que penetraron, el lunes 27 de julio, al domicilio de la calle Pez Vela número 5 y la avenida Mocambo para amagar a las personas que estaban ahí, y mediante amenazas de muerte las obligaron para que entregaran el dinero que estaba en una caja de seguridad.
Los delincuentes robaron también alhajas y otros artículos de valor, además de llevarse un coche Suzuki blanco pero antes los amarraron de pies y manos para que no dieran aviso a las autoridades, y se dieron a la fuga con rumbo desconocido por lo que continúan prófugos de la justicia.
La Policía Estatal no pudo dar con los responsables de éste asalto, ni con los retenes que se establecen en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, ni con el apoyo logístico de las cámaras de vigilancia monitoreadas las 24 horas por el personal de la Secretaría de Seguridad Pública.
Lo lamentable es que aproximadamente un mes antes, el sábado 29 de junio, ladrones no identificados ingresaron a una residencia en la avenida Costa de Oro del fraccionamiento Costa de Oro para obtener un botín estimado en un millón y medio de pesos, entre dinero, joyas y objetos de valor.
Los propietarios del inmueble estuvieron fuera durante un lapso de 50 minutos como máximo, lo que aprovecharon los amantes de lo ajeno para llevar a cabo el cuantioso robo, y los responsables tampoco fueron detenidos por quienes tienen el deber de cuidar y proteger a la ciudadanía.
En ese segundo caso, tampoco hubo detenidos ni pistas de los responsables que huyeron de manera impune y siguen libres, con la oportunidad de cometer más delitos de ésta índole ante la nula actuación de los elementos de la Policía Estatal y de las Fiscalías bajo las órdenes de jefes sin preparación ni experiencia y que sólo ocupan los cargos por recomendación del Secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, y de Verónica Hernández Giadáns, titular de la Fiscalía General del Estado.
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