Tijuana, Ver.- La madrugada de este domingo fue ultimado en Tijuana Marco Ernesto Islas Flores, quien fue director del sitio de noticias notiredesmx hasta 2019 y familiar de periodistas de Baja California. En el país es el quinto comunicador asesinado en 2022, el tercero en aquella ciudad.
La madrugada del domingo dio la noticia Marco Antonio Islas Parra, padre del periodista asesinado, a través de su cuenta de Facebook, quien a las dos de la mañana publicó: “Hace unos minutos ejecutaron de cuatro balazos a mi hijo Marcos Ernesto, afuera de mi casa…”.
En otro posteo, Islas Parra dio a conocer que su hijo fue ultimado de cuatro balazos, además de que los asesinos “dejaron tirada una supuesta narco manta cuyo mensaje desconozco pero tiene que ver con que llego la nueva administración”.
El periodista de Zona Norte Noticias abundó sobre el crimen (“que seguramente quedará como parte de la estadística”, escribió) y dijo que fue cometido “afuera de uno de los domicilios de la avenida Lomas Verdes, sub delegación Pinos, en La Mesa de Tijuana. Vecinos que se azomaron luego de que se. escucharon de menos cuatro detonaciones, vieron correr hacia el bulevar Diaz Ordaz a un par de individuos, presuntamente los asesinos. De inmediato llegaron unidades de la policía municipal y estamos esperando al Ministerio Público para los trámites de rigor”.
En otro mensaje, Islas Parra destacó que la noche del sábado “los demonios se soltaron y seguramente para amanecer el domingo, los muertos por violencia fueron varios”.
Islas Flores, quien también es sobrino de Víctor Islas Parra, director de Noticias La Estampida de los Búfalos, fundó y dirigió un sitio de información llamada Notirredesmx, que en Facebook tuvo una página que empezó a funcionar el 6 de septiembre de 2016 y la última nota publicada es del 24 de octubre de 2019.
Con el de Islas Flores ya son seis comunicadores asesinados en lo que va del año, uno por semana. Los cuatro anteriores fueron José Luis Gamboa Arenas, en Veracruz; Margarito Martínez Esquivel y Lourdes Maldonado López, en Tijuana, Baja California, y Roberto Toledo, en Michoacán.
Además, tres de esos crímenes ha sido perpetrados en Tijuana.
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