Un día histórico para el constitucionalismo en Perú y de tristeza para México/ Desde a Janela/ Opinión

Pedro Castillo enloqueció al destituir al poder legislativo, fue destituido
- en Foro libre

Por Felipe de Jesús Fernández Basilio/

Cuando se dice que la constitución de un país debe de estar por encima de cualquier persona o corporación no se está deificando o estableciendo un concepto religioso sobre ese cuerpo normativo, sino que se está sosteniendo que el respeto absoluto por la también llamada Carta Magna es la base de toda convivencia política y social, ya que el ser humano por su propia naturaleza necesita someterse a un cuerpo normativo que regule sus derechos y sus obligaciones frente y para la sociedad, según sea el caso.

Ahora bien, antes de cualquier pasar a otra cosa, resulta necesario detenerse un poco para precisar lo que se entiende por constitucionalismo y eso es importante, porque la ciencia constitucional ha avanzado tanto con la elaboración de derechos humanos y sociales, cuya incorporación es muy importante, que se pierde el foco sobre el origen del constitucionalismo y ese origen ni más ni menos que el poner límites al o a los poderosos.

En efecto, las constituciones y leyes similares como las forales, nacieron para imponerles a los gobernantes una sumisión a una norma suprema que rige y delimita las funciones del Estado, siendo en un principio una relación entre el Estado y los estamentos, gremios y corporaciones, para luego evolucionar a la división de tres poderes que conocemos hoy en día y culminando con la creación de órganos especializados autónomos constitucionales que, como su nombre lo indica, son independientes de los tres poderes tradicionales dentro de su especialidad.

En pocas palabras, el constitucionalismo sirve para establecer las facultades, las obligaciones y los límites en la actuación de cada uno de los órganos que componen a un Estado determinado y desde luego, también comprende los derechos humanos y sociales que los gobernados deben de exigir su cumplimiento al Estado.

Para fines de este texto volveremos a la parte orgánica de una constitución, ya que aquí lo que interesa abordar es lo que aconteció en un mismo día en las que fueran las dos principales capitales virreinales en la otrora América Española, ya que, tanto en Lima como en la Ciudad de México el día 7 de diciembre de 2022 sucedieron hechos de innegable relevancia constitucional, siendo ejemplar el peruano y lo contrario, para desgracia nuestra, el mexicano; veamos por separado ambos sucesos:

1.- En el Perú existe un sistema político muy peculiar, ya que su constitución sin abandonar el sistema presidencialista establece un modelo de Estado que se aproxima mucho al sistema parlamentario, ya que bajo determinadas circunstancias tanto el presidente puede disolver al congreso como el congreso puede destituir al presidente.

Ahora bien, en el 2021 los peruanos eligieron a un presidente de corte populista y con un supuesto discurso igualitario, quien ganó en buena medida por el hartazgo que hay en ese país en contra de la corrupción de los políticos tradicionales, tienen bajo procesos penales y hasta sentenciados a muchos expresidentes y de varios partidos; Sin embargo, Pedro Castillo quiso imponer una agenda política cuando no tenía la fuerza política para hacerlo y ahí se topó con el rechazo de parte del Congreso de su país y durante el tiempo que estuvo en el gobierno peruano se la pasó en una lucha de poderes contra un legislativo que lo intentó separar del cargo en dos ocasiones, pero que tampoco lograba tener en su interior una mayoría suficiente para lograr la destitución, hasta ahí todo estaba dentro de una normalidad constitucional.

Sin embargo, para el 7 de noviembre existía en el legislativo peruano otra moción para separar a Castillo del cargo debido a unas acusaciones de corrupción y no se sabe a ciencia cierta, si esa moción iba a prosperar, pero es probable que sí debido a la acción que Pedro Castillo llevó a cabo y es que al entonces presidente peruano se le ocurrió dar un Golpe de Estado disolviendo sin razón legal al Congreso, suspendiendo al poder judicial y a los ministerios públicos y decretando un toque de queda y lo peor de todo, es que decidió dejar sin efectos la constitución del país al convocar a un constituyente y mientras se creaba la nueva constitución, el insensato pensaba gobernar por medio de decretos.

Ante ese intento de Golpe de Estado la reacción unánime de los demás miembros del Estado peruano fue procesar la inmediata destitución del presidente conforme a la constitución por parte del legislativo (incluidos los legisladores de su propio partido) y la absoluta sumisión de las fuerzas del orden al mandato constitucional y el resultado fue el ahora expresidente Castillo fue abandonado por todos sus colaboradores y ahora enfrenta cargos por haber intentado destruir el orden constitucional.

La nota vergonzosa del día para los mexicanos fue que López Obrador, quien también desprecia y pretende pasar por encima de su constitución, le haya ofrecido asilo al defenestrado presidente y que los peruanos hayan bloqueado todos los accesos a la embajada de México para evitar la fuga del golpista; y ya que mencionamos a México, veamos el otro suceso del día.

2.- Unas horas después el mismo 7 de diciembre en México, un país con una constitución que establece un sistema presidencialista con una estricta división de poderes pero que carece de la tradición de tener un poder legislativo integrado por personas con criterio propio, sobre todo si los legisladores pertenecen al partido del presidente, la Cámara de Diputados gobernada por una mayoría oficialista procedió a discutir una propuesta de reforma electoral que pretende eliminar la autonomía de los órganos electorales y que para ello pensaban en modificar la constitución, cosa que no sucedió debido a que el gobierno carece de la mayoría necesaria para lograrlo, hasta ahí los hechos sucedieron dentro de una normalidad constitucional.

Más la cosa cambió, cuando después de ser rechazada la reforma constitucional, la mayoría oficialista recibió del gobierno una iniciativa para reformar varias leyes secundarias electorales, con cientos de artículos a reformar y en instantes la aprobaron dispensando todo tipo de trámites para analizar y discutir la dichosa iniciativa, hecho con el cual los legisladores de MRN, del PT y del Verde Ecologista incumplieron con su mandato constitucional como representantes del pueblo mexicano, ya que aprobaron diversas leyes sin siquiera tomarse la molestia de leer lo que autorizaban.

Por fortuna la historia no acaba ahí, ya que la iniciativa ahora convertida en minuta por los irresponsables diputados de MRN y aliados pasa al Senado y ahí todavía puede ser analizada con el cuidado que la constitución exige y si eso no ocurre, ya que ahí también existe una mayoría oficialista, quedan medios para judicializar y echar abajo lo que los legisladores aprueben, ya que lo propuesto es inconstitucional tanto de fondo al pretender destruir a la autoridad electoral como en el desaseo con el que fue aprobado por los diputados y tal vez por los senadores.

En conclusión, el 7 de diciembre de 2022 vimos un caso, el peruano, de cumplimiento estricto del pacto constitucional y otro, el de los diputados oficialistas mexicanos, de total valemadrismo en relación a sus obligaciones constitucionales, mismo que se consumó al aprobar una iniciativa de ley sin al menos leerla.

Esperemos que estos ejemplos sirvan para que los ciudadanos mexicanos tengamos conciencia del perfil de los legisladores que elegimos y que se les exija actuar con criterio propio, aunque pertenezcan al partido del presidente y lo más importante, defender con todo el orden constitucional mexicano.

[email protected]

Twitter: @FelipeFBasilio

Comentarios

¡Síguenos!

A %d blogueros les gusta esto: