Madre de Samuelito, pide justicia para su hijo asesinado

Manuela V. Carmona
La Perla, Ver.- Luego de enterrar a mi hijo, lo único que pido es justicia, pues Samuel murió a causa de los padres de su asesino de 10 años, exigió Leticia Hortensia Reyes de Jesús, madre del menor de 11 años que perdiera la vida el pasado domingo a manos de su vecinito en la localidad El Tejocote del municipio de La Perla.
Detalló que Samuel era un niño sano, que solía reír todo el tiempo y amaba jugar y correr con sus amigos y vecinos, justo como lo hacía la tarde del 15 de enero a escasos metros de su casa.
Por esta razones, aseguró que es necesario se haga justicia, a pesar de que aún cuando el hombre que dejó la pistola al alcance de un menor esté en la cárcel, Samuel no volvera a correr ni estará sentado en la mesa con sus cuatro hermanos y sus padres.
Detalló que tras disparar en la cabeza de su hijo, el niño de 10 años, fue llevado por su padres Maximino Flores Sánchez y Carmen Morales Hernández junto con su hermano de 12 años, en huida por lo que pidió encarecidamente a las personas que lleguen a saber de ellos avisen a las autoridades para que pague el padre, al no fomentar en su hijo el respeto a la vida de las demás personas.
Recordó que el pasado domingo, a los 10 minutos de que su hijo saliera contento y sonriente, como siempre, de su casa para ir a las maquinitas, a escasos metros de su vivienda, el más de sus hijos de 22 años le gritó: ¡mamá, mamá, le pegaron a Samuel!.
Y es que dijo, había escuchado la detonación pero pensó que era una “paloma” que habían echado, pero al escuchar a su hijo mayor, corrió a la tienda y cuando llegó su hijo estaba tirado en el piso, convulsionando. “Corrí, corrí a verlo, lo agarré, le busqué dónde estaba la bala, cómo le habían pegado con un arma, le pegaron en el oído, arriba de la oreja. Al momento que lo agarré a mi pobre hijo mi hijo convulsionaba, se debatía entre la vida y la muerte”.
Agregó que con su hijo en brazos y acompañada de su hermana se fue en un vehículo particular a la cabecera, en donde cuerpos de auxilio la ayudaron, aunque por la desesperación del momento no recuerda si era Cruz Roja o Protección Civil quienes los llevaron a Hospital Regional de Río Blanco.
“Ahí le dio un primer paro cardiaco, pero lograron reanimarlo, una doctora me dijo que estaba muy grave y era posible que no viviera, a las dos horas salió y me dijo de nuevo que a Samuel le había dado otro paro cardiaco. Diez minutos después, murió”.
Acompañada aún, después del sepelio, por sus familiares, en la humilde vivienda en la que durante dos días velo el cuerpo de Samuel y por 11 años le vio crecer, la madre lamentó entre llanto y una enorme tristeza, no poder salvar la vida de su menor hijo.