Hay un agujero negro que, pese a su enorme masa de 20 millones de veces la de nuestro Sol, avanza por el espacio intergaláctico muchísimo más rápido que la más veloz de nuestras naves espaciales. A esa velocidad, este astro tan masivo podría viajar de la Tierra a la Luna en tan solo 14 minutos. Para mayor sorpresa, el agujero ha dejado detrás de él una cola de estrellas de 200.000 años-luz de longitud, dos veces el diámetro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Nunca se había visto nada parecido en el universo.
En vez de engullir estrellas que tenga delante, el veloz agujero negro arremete contra el gas que tiene delante y ello provoca la formación de grumos de gas y la consiguiente creación de estrellas a partir de dichos grumos, a lo largo de un estrecho corredor. El agujero negro avanza demasiado deprisa como para tragarse a esas estrellas o a una cantidad muy grande del gas.
El telescopio espacial Hubble captó esta rara estela de estrellas por casualidad. Al principio, se creyó que era una distorsión óptica provocada por la cámara, pero el equipo de Pieter van Dokkum de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, Estados Unidos, ha descubierto que la estela de estrellas sí es lo que parece.
En un extremo de la estela, se encuentra el agujero negro. En el otro extremo, la galaxia de la que salió el agujero negro. En el extremo de la estela ocupado por el agujero negro se capta un nudo de oxígeno ionizado extraordinariamente brillante. Los investigadores creen que la acumulación y el calentamiento del gas se deben probablemente al movimiento del agujero negro que embiste al gas, o podría tratarse de un disco de acreción situado alrededor del agujero negro y que emite radiación.
Este agujero negro errante es probablemente el resultado de múltiples interacciones entre agujeros negros supermasivos. Los astrónomos sospechan que todo comenzó con la fusión entre dos galaxias hace unos 50 millones de años. Cada galaxia tenía en su centro un agujero negro supermasivo. La fusión reunió a ambos agujeros en la zona central de la nueva galaxia formada de la unión de las dos. Esos dos agujeros negros pasaron a orbitarse mutuamente, conformando un sistema binario de agujeros negros.
Entonces apareció otra galaxia con su propio agujero negro supermasivo central. Lo que sucedió a continuación queda definido por el viejo dicho: «Dos son compañía y tres son multitud». Las interacciones entre los tres agujeros negros dieron lugar a una configuración caótica e inestable. Uno de los agujeros negros robó momento a los otros dos y eso le hizo salir catapultado hacia fuera de su galaxia anfitriona. El sistema binario original de agujeros negros quizá se mantuvo como tal, o tal vez el agujero negro intruso sustituyó a uno de los dos que estaban en la pareja original, y miembro reemplazado fue el que resultó expulsado de la galaxia.
Este acontecimiento inusual ocurrió cuando el universo tenía aproximadamente la mitad de su edad actual. (Fuente: NCYT de Amazings)
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