Raziel Roldán
Xalapa, Ver.- El desempleo es un problema que actualmente se percibe en gran parte del mundo después de la pandemia por Covid-19, sin embargo, cientos de familias han buscado la forma de salir adelante y han aceptado cualquier tipo de trabajo para llevar comida a la mesa.
Jornadas de hasta 10 horas, tratos inhumanos, condiciones del patrón para realizar los pagos a los empleados, actividades ajenas al trabajo, etcétera.
Laura (de quien se omiten sus datos para evitar represalias), comenta que ser madre soltera la orilló a aceptar empleos mal pagados, sin embargo la necesidad fue tanta que eso no le importó y se aferró al sueño de salir adelante pese a las adversidades.
Ella se encontró con un trabajo en una tienda de ropa que se adecuaba a sus otras actividades en el hogar, aunque al principio se acordó un pago, conforme pasó el tiempo éste ya no llegaba completo y el «argumento» que le dieron fue que ya no se vendía como antes.
«Llegó un día en el que no me pagó, ese día era festivo y no había ni un alma en las calles, me mandó un mensaje de audio reclamando la baja venta y me dijo que ella me volvería a llamar» recuerda.
La llamada llegó y fue solo para decirle que pasara por su liquidación pues ya no seguiría en esa tienda, pese a que en meses anteriores hubo buenas ventas y no recibió comisión alguna.
Después probó suerte en una tienda y pasó el mismo calvario, aunque aclara que ella llegó a escuchar en un descuido de su jefe, que su hermano se quedó sin trabajo y a los pocos días también le dieron las gracias.
«El señor me dijo que ya no me podía pagar porque las ventas no le estaban dando y que prefería darme esos días en los que se volvía a recuperar, pero tampoco me dijo después, por eso me puse a buscar y ya encontré algo».
Laura prefirió no comentar dónde será ese lugar, pues piensa que con los otros trabajos que la llegaron a ilusionar lo platicó con todos y le fue mal, por lo que espera que todo salga bien esta vez.
Empleos exigen papeles y no respetan al trabajador; trabajan en la informalidad
Margarita Hernández, relata que en su caso, fueron varios los lugares donde llevó solicitudes de trabajo, algunas veces tuvo suerte y en otras no, pero la pregunta que se hacía siempre era la misma «¿otra vez a comprar una solicitud?».
Y es que aunque parecería una pequeñez, lo cierto es que una persona llega a gastar alrededor de 50 pesos en solicitudes, «no en todos lados, pero una vez me gasté 60 de 10 solicitudes que compré» platica Margarita.
Asegura que de esas 10, en esa ocasión la llamaron de dos trabajos, aunque no se concretó porque no estuvo de acuerdo con lo que le querían pagar.
«Y no era tanto por el dinero, pero querían que hiciera toda la limpieza del lugar, mis actividades de la tienda, estar al tanto si el papá de la dueña quisiera algo de la tienda, porque querían que atendiera a toda la familia como si fuera su trabajadora y no valía para nada la pena«.
Ella es agresada de la Universidad Veracruzana de la facultad de Biología, pero los lugares donde ha buscado trabajo no han visto como algo positivo que tenga una carrera.
Explica que en una joyería le afirmaron que «ése era el problema» y que preferían a alguien con menos estudios, aunque desconoce si eso fue cierto, el hecho que le dijeran que el diploma sería un problema, no lo pudo creer.
Y es que afirma contar siempre con los papeles que le piden en los trabajos, pero no se ve lo mismo de la otra parte, pues donde más le han pedido es donde no tienen prestaciones laborales de ley.
¿Conoces cuáles son las prestaciones de Ley?
Los derechos laborales y prestaciones de las y los trabajadores se encuentran establecidos en la Ley Federal del Trabajo, entre los que se encuentran: vacaciones, prima vacacional, aguinaldo, participación de utilidades adeudadas, prima de antigüedad, siempre y cuando hayas laborado 15 años o más, seguridad social, días de descanso marcados en el calendario.
Existen otros como licencia de maternidad y periodo de lactancia, además de que en caso de renunciar el trabajador tiene acceso a salarios correspondientes a los días laborados y no pagados.
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