Greenpeac exige parar gasoducto en el norte de Veracruz para proteger arrecife recién descubierto

Se exploró la zona norte de Veracruz (Tamiahua-Tecolutla), cercana al Área de Protección de Flora y Fauna Lobos-Tuxpan. Foto: Ivan Castaneira, Greenpeace.

Ciudad de México (SinEmbargo).– Académicos y activistas descubrieron distintas estructuras arrecifales “nunca antes vistos ni estudiados” con amplia biodiversidad en las costas de la zona norte de Veracruz, por lo que instaron a las autoridades federales protegerlos de la próxima construcción del gasoducto Puerta al Sureste, el cual pretende llevar gas desde Texas hasta la costa veracruzana y amenaza a estas zonas naturales.

Greenpeace México lanzó una expedición a bordo del Arctic Sunrise para explorar con el sumergible NEMO-2 el corredor costero Tamiahua-Tecolutla, cercano al Área de Protección de Flora y Fauna Lobos-Tuxpan, donde identificó un arrecife a 70 metros de profundidad a más de 15 kilómetros mar adentro de la desembocadura del Río Tecolutla, donde se observó la presencia de varias especies de peces arrecifales, incluyendo especies de importante valor comercial, además de corales látigo, esponjas y corales blandos.

“Estamos muy contentas y muy impresionadas por lo que vivimos allá [en la investigación], por lo que se pudo ver en el fondo marino, y buscamos que se proteja porque justamente estas zonas de arrecifes ya no están dentro de los polígonos de protección, que principalmente en la zona centro se tiene el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano”, indicó en entrevista para SinEmbargo Viridiana Lázaro, campañista de biodiversidad de Greenpeace México. “Por el momento, están desprotegidos y estamos viendo que son zonas muy diversas y que proveen bienes ecosistémicos invaluables”.

Entre los posibles impactos que identificaron, indicó Lázaro, está al momento de la construcción la posibilidad de aplastar estos arrecifes. Foto: Ivan Castaneira, Greenpeace.

En las investigaciones, que tuvieron inicio el pasado 16 de mayo, participaron académicos de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana (región Poza Rica-Tuxpan), el Colectivo Interdisciplinario de Ciencia Aplicada y Derecho Ambiental, A.C., y Greenpeace México. Lázaro expuso que al momento se trata de un informe parcial, puesto que la totalidad de los hallazgos se darán a conocer hasta septiembre del año en curso.

Sin embargo, con los datos que ya se tienen la organización y los académicos pudieron determinar que existen en esta zona estructuras arrecifales a más de 50 metros de profundidad, donde se encontraron peces, calamares, estrellas de mar, esponjas, corales látigo, corales blandos y al menos una especie de coral escleractinio (coral duro); arrecifes en el umbral entre los someros y mesofóticos, los cuales “carecen de protección e incluso se sabe muy poco de su riqueza biológica, así como de sus bienes y servicios ecosistémicos”.

Pudimos encontrar arrecifes que se llaman mesofóticos. Estos arrecifes se caracterizan por estar a mayores profundidades que pueden ser desde 30 hasta 80 metros”, detalló Lázaro. “Fue impresionante, porque son profundidades a las que no se había llegado antes aquí en el estado de Veracruz, [porque] los investigadores que han estado analizando esta zona durante muchos años jamás habían podido alcanzar esas profundidades que rebasan los 60 metros porque justamente no se tenía y no se contaba con el equipo necesario para poder llegar a estas profundidades”.

Sin embargo, en esta ocasión se pudieron alcanzar profundidades de hasta 100 metros con lo cual se pudo identificar especies que no han sido muy estudiadas, como es el caso de arrecifes mesofóticos que se caracterizan por poder sobrevivir en lugares donde la luz se reduce hasta en un 90 por ciento, profundizó la campañista.

Lázaro enfatizó la importancia de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) otorguen la protección oficial de estas zonas naturales recién halladas. “Es necesario que legalmente estén protegidos y que se tenga ese reconocimiento porque eso también nos da herramientas a la sociedad civil para poder defender esos sitios”.

Además, sumó, se necesita un plan de manejo con reglas de operación claras sobre cómo se resguardará la zona, ya que esto permite “tener más claridad en cuanto a cómo se está protegiendo las áreas naturales protegidas y que igual nosotros tengamos herramientas para exigir lo que se plasma en los planes de manejo”; y la participación de las comunidades que dependen de estos servicios ecosistémicos.PIDEN

FRENAR GASODUCTO POR DAÑOS AL ECOSISTEMA

A la par de anunciar el hallazgo de estos arrecifes, Greenpeace México hizo un llamado a la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA) a que no apruebe la construcción del proyecto de gasoducto Puerta al Sureste, el cual atravesaría por las costas de Veracruz para llevar gas desde Texas hacia Tuxpan, Coatzacoalcos y Dos Bocas.

Pedimos a la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente que detenga este proyecto porque puede ser muy dañino para la biodiversidad y en particular para estos arrecifes que recién estamos documentando”, advirtió la campañanista.

El proyecto de gasoducto Puerta al Sureste, el cual está en desarrollo en conjunto por la empresa canadiense TC Energía y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tiene una longitud de 715 kilómetros diarios y pretende transportar mil 300 millones de pies cúbicos de gas natural diarios hacia la región sureste de México para el 2025. La inversión al momento ha sido de 4.5 mil millones de dólares, de acuerdo con la página de la compañía energética.

Entre los posibles impactos que identificaron, indicó Lázaro, está al momento de la construcción la posibilidad de aplastar estos arrecifes o bien que el sedimento que está en el fondo del mar afectara a las diferentes especies, particularmente de corales y peces que son muy sensibles a los cambios como en la química del agua.

“En caso de que sí se construyera –que es justamente lo que queremos evitar–, hay que reconocer que este tipo de infraestructura fósil llega a tener fugas, llega a tener accidentes como la explosión del ojo de fuego (de una línea submarina de Petróleos Mexicanos en el 2021) que se vivió hace algunos años y que fue catastrófica, y que muchas veces estas fugas no se detectan y no se ven a simple vista, pero estas fugas pueden causar cambio en la química del agua e incluso que los peces se vean afectados por el por el mismo gas y que cambie su flotabilidad, y pues al final los peces y las especies mueren por intoxicación”.

A esto se suma el hecho de que apoyar este tipo de infraestructura fósil se está “alimentando un modelo que no queremos y que está perpetuando y está promoviendo el cambio climático, que es una de las problemáticas más grandes que estamos enfrentando como humanidad”, añadió Lázaro.

“El seguir apostando por este tipo de energía lo único que hace es que retrocedamos en los esfuerzos y en la lucha que estamos haciendo para detener el cambio climático, que estamos viendo que ya está afectando a los ecosistemas, que está afectando a la biodiversidad y sobre todo está afectando a las comunidades (…). Entonces, lo que queremos también es que se tome en cuenta el principio precautorio y que se detenga este proyecto de gasoducto, que puede tener consecuencias muy graves para el medio ambiente, para las comunidades y sobre todo frenar la lucha en contra del cambio climático”.

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