Egresada UV protagoniza serie que aborda la gestación subrogada

En la gestación subrogada una mujer queda embarazada con un óvulo ajeno y da a luz a un bebé para otra persona Fotos cortesía Shaní Lozano.
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Carlos Hugo Hermida Rosales

Fotos: Cortesía Shaní Lozano

Xalapa, Ver.- Shaní Lozano Hernández, egresada de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV), protagoniza Madre de alquiler, serie de Netflix que aborda el tema de la gestación subrogada y en la que comparte créditos con actores como Leticia Calderón, Marcela Guirado y Luis Ernesto Franco.

La gestación subrogada es una práctica en la que, previo acuerdo, una mujer queda embarazada con un óvulo ajeno y da a luz a un bebé para otra persona o pareja.

La actriz interpreta el papel de Yeni, una joven de origen modesto que por salvar a su padre, quien atraviesa una situación injusta, decide rentar su vientre a una influyente familia de empresarios.

Shaní Lozano relató que su acercamiento con el teatro ocurrió en la preparatoria, donde cursó una materia Paraescolar de Actuación; allí se enteró que la UV ofertaba una licenciatura del arte escénica, a la cual ingresó en su segundo intento.

Su primer voluntariado lo realizó en el centro recreativo Rincón de los Títeres Merequetengue, en el que sus actividades iniciales fueron preparar palomitas y lavar baños.

La joven afirmó que colaborar en el recinto le permitió comprender el teatro desde una perspectiva más profunda y profesional.

“Ese voluntariado influyó en mi formación en gran medida; los títeres mantienen a raya el ego del actor, porque ellos lucen mientras éste pasa a segundo plano”, compartió.

La actriz aseguró que su estancia en la Facultad de Teatro fue divertida y dinámica pues cada maestro tenía una personalidad distinta; su docente de actuación era muy apasionada y el catedrático de dirección, sumamente analítico.

Para ella, el teatro va más allá de lo observado en el escenario, ya que requiere de mucha preparación, fuerza física y mental, disciplina y trabajo en equipo.

“Montar una obra es lo más hermoso que le puede pasar a los actores: deben organizarse para escoger el vestuario, conseguir la utilería, trasladarse a los ensayos y todas esas acciones que no se ven pero al final resultan indispensables”, comentó.

Shaní Lozano descubrió que actuar es algo muy divertido que hacía bien, pero lidiar con su vida independiente y su formación universitaria supuso un gran reto; en ocasiones era difícil hallar equilibro entre clases, ensayos y trabajo los fines de semana.

No obstante, su disciplina y constancia no tardó en rendir frutos; participó en las obras Dios entre mortales y Érase una vez un rey, que resultaron ganadoras en los Festivales de Teatro Universitario de las Universidades Nacional Autónoma de México y Veracruzana en 2016 y 2018, respectivamente.

Obtener estos logros la motivó en gran medida porque ambas puestas en escena requirieron de mucho esfuerzo colectivo que incluyó búsqueda de ropa en tianguis de la ciudad, cargar escenografía y, por supuesto, asistir a ensayos en fines de semana o días feriados.

“Vivir todo el proceso desde el comienzo hace que uno valore cuando resulta ganador, pues significa un reconocimiento a un trabajo con proyección en otras personas”, enfatizó.

Cambio de giro 

Shaní Lozano mencionó que durante la pandemia de COVID-19 el teatro pasó a ser virtual, ante ello decidió sentarlo en un rincón y usar su creatividad con otras manifestaciones artísticas como la pintura y la escritura.

Aprovechó el tiempo para explorar libros que abrieron su mentalidad y le mostraron que el éxito no se encuentra al final de un trayecto, sino en las acciones diarias; eso le permitió reconfigurar su mente y despertar sus ganas de actuar, que cada vez se expresaban con una fuerza mayor.

Fue entonces que se dio la oportunidad de realizar el casting para Madre de alquiler, en el que se buscaba a una protagonista con características específicas que al final pudo cumplir.

La joven destacó que pasar de actuar ante un público a hacerlo frente a una cámara supuso un gran desafío, aunque en todo momento contó con apoyo de la producción.

Previo a grabar recibió entrenamiento de un director, con quien aprendió a desenvolverse de una forma más contenida, a modular su voz y expresiones corporales.

La actriz manifestó que le gusta su personaje en la serie, debido que actúa desde el amor a su familia, y pese a afrontar muchas situaciones adversas se empodera conforme transcurre la trama.

Planes futuros

Shaní Lozano compartió que actualmente realiza castings para varios proyectos, y además se encuentra en planes de formar una compañía de teatro donde pueda ofrecer un pago fijo a los actores.

Asimismo, trabaja en una obra que aborda la trata de personas, tema doloroso al que un amplio sector de la sociedad hace oídos sordos y prefiere pensar que no ocurre.

La actriz aseguró que gracias a la Universidad Veracruzana pudo construir su carrera, y si no hubiera tenido a sus maestros no sería la de hoy en día, ya que gran parte de sus logros son el resultado de su formación.

Declaró que no es necesario llegar a cierto lugar a fin de alcanzar el éxito, porque éste se puede experimentar desde el momento actual, en los pequeños detalles de las acciones realizadas diariamente.

“Cuando en tu día a día eres capaz de identificar los destellos de disfrute, se despierta algo en el interior generador de un efecto dominó que atrae cosas buenas, porque todo depende de la perspectiva con la que observes tu presente”, aseguró.

Invitó a quienes deseen dedicarse a la actuación a hacerlo y brindar su mayor esfuerzo, pues se necesitan artistas con sensibilidad y criterio que puedan expresar verdades a través de su trabajo, aunque algunos incomoden a ciertos sectores de la sociedad.

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