México
Por Livia Diaz/ Después de asistir a la conferencia, que por zoom se brindó por el departamento de Irrigación de la Universidad Autónoma de Chapingo,
sede Texcoco, me queda claro que propiciamos el problema ambiental de acuerdo a nuestros intereses, sin medir las consecuencias, pero en el
territorio nacional se pasan dos pueblos.
La conferencia de marras la brindó José Carmen Garcia Jiménez, en su camino a la huasteca poblana en donde no hay lluvia. El campesino
lleva por lo menos 65 años aplicando un conocimiento cósmico, y no es magia, sino que ante el problema de la tierra, recibe información, él dijo que de «los espiritus» de lo necesario para hacerla productiva.
También hace llover de la misma manera, y cuenta con un péndulo para encontrar el lugar en donde hacerlo y en donde hay agua bajo el suelo, según en el desarrollo de su plática y respuesta a las preguntas que le hicieron, fue revelando.
Esta herramienta, así como dos discos que están enterrados en el Valle de Santiago, para recibir información -igualmente, le fue informado por esos espiritus cómo debieran hacerse- le fueron patrocinados por el Alma Máter hace más de 30 años. Del cómo funciona en palabras técnicas, no supo responder, aunque sí contó que desde que nació hacía viajes astrales y tenía este don. El mismo que ahora su hijo, quien lo acompañaba, está haciendo, pero que siempre están a prueba, que si fallan les van a quitar este permiso, los mismos que se los dieron.
Y así transcurrió esta plática, que por momentos se volvía de amigos por los encuentros de los ingenieros agrónomos y doctorantes y maestrantes con quienes a lo largo de los años han convivido. Está de más decir que con mucho reconocimiento y agradecimiento por el espacio de la institución a los conocimientos cósmicos, que según atestiguaron dos periodistas que han seguido a este señor a lo largo de hasta 48 años, porque, al mismo, los catedráticos presentes manifestaron inconformidad con que nunca se ha formalizado el conocimiento, el estudio y la cátedra. Mencionaron unos cursos, y que ojalá se hagan y que la lluvia que se va a ofrecer a Puebla contrapone a los efectos de «los chinos que siembran en ese territorio y echan helio para que no granice y por lo tanto no llueve».
¡Ahora resulta que unos saben hacer llover y otros que no llueva! Y me pregunto por qué en este país todo mundo puede hacer lo que se le pega la gana… Al mismo tiempo iba pensando por qué, siendo Chapingo el corazón de nuestra vida, en donde se estudia, aprende y escribe la
técnica, no se le da rumbo o impide a esos hombres impedir el granizo afectando a los agricultores mexicanos; porque me pregunto ahora cómo es posible que ellos no le digan a Don José Carmen más allá de alabanzas, en dónde debemos hacer llover. Por qué la Comisión de Agua (Conagua) no le está pidiendo al experto que haga llover en ciertos lugares que desatarían un beneficio, por ejemplo en lo alto del Río Lerma, en Pánuco o el Papaloapan, digo, si a ellos no les sirve como científico ¿por qué no piensan al revés y ellos como científicos le muestran el camino? Hablamos de un ser que convive con nosotros hace 90 años y no hemos aprendido.
Le cuento que me la pasé toda la conferencia intentando que le preguntaran, por mí, «¿Qué es lo que Usted quiere?» Y saben, no me
hicieron el favor de preguntárselo, pero él lo dijo «que el Presidente de la República les de despensas a los campesinos a cambio de que siembren árboles». Yo me pregunto si es una solución, porque se contradice en lo esencial, no veo prosperidad para esos árboles, sin agua. Sin embargo, lo dijo muchas veces y de muchas maneras, sin árboles, no vamos a tener agua nunca por nosotros mismos.
«Necesitamos reforestar para combatir el Cambio Climático». Me pregunto si en la propia Chapingo lo tienen claro, he sido testigo de que están muy preocupados de muchas cosas, pero no del éxito de sus maizales, dejan que cada mexicano haga lo que se le da la gana.
[email protected]
Comentarios