Por Manuela V. Carmona/
Orizaba, Ver.- Ante el rezago que se tiene en la educación para la planificación de una mejor vida en las zonas indígenas, es difícil combatir el machismo, lo que está permitiendo que siga existiendo la violencia contra las mujeres en diferentes vertientes, por lo cual es importante se tenga una educación en este tema, consideró la defensora del legado de los pueblos originarios en la zona de Zongolica, Lucia Tepole Ortega.
“Las mujeres en las regiones indígenas siempre han recibido con una atención muy muy tardía lamentablemente, todavía podemos percibir que hay mujeres que se casan muy jóvenes, creo que hace falta fortalecer la educación para la vida, para planificar en lo que quieran hacer y sobre todo enfatizar en las mujeres, porque desafortunadamente son quienes reciben mayor violencia, debido a estos rezagos”.
En entrevista dijo que no se puede hablar de erradicar la violencia contra las mujeres, sólo con las mujeres, cuando son los hombres quienes la ejercen, de ahí la importancia que ellos tengan el conocimiento de las consecuencias que pueden tener, incluyendo los temas legales para atender este tema.
“Aún hay mucha violencia contra las mujeres y creo que hace falta que las instituciones trabajen tanto en la visión con las mujeres, pero también con los hombres, por ejemplo, no se puede hablar de violencia contra las mujeres solamente con las mujeres, Si muchas de las veces quienes ejercen esa violencia son los hombres, entonces los hombres también deben de conocer cuáles son los riesgos, llamémosle físicos, económicos, y legales a los que se enfrentan cuando son ellos quienes ejercen la violencia contra las mujeres”.
Lamentó que actualmente se siga permitiendo el machismo y que sean las zonas serranas donde se presenta con mayor frecuencia.
“Lamentablemente sí se sigue presentando aún, no se ha erradicado el machismo y en ese tenor pues se tiene que seguir trabajando en la educación, en el empoderamiento de las mujeres, en la diversificación de profesiones y de oficios, no solamente seguir pensando en que la mujer debe estar ceñida al hogar, sino que hay un campo mucho más amplio de desarrollo. Finalmente reconoció que aun cuando los pueblos originarios se rigen por usos y costumbres, se puede trabajar en liberar de tabús a la población. “los tabús persisten, pero también es importante la forma en que se puedan ir tratando e ir borrando todas estas situaciones, como lo es el trabajo de la planificación, la planificación familiar, la planificación para la vida, entre otros temas”.
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