La nave Chandrayaan-3 se posa en la Luna

Recreación artística del módulo de aterrizaje de la Chandrayaan-3 posado en suelo lunar. (Imagen: ISRO)

La India ha protagonizado una hazaña tecnológica de primer nivel, al conseguir que el módulo de descenso de su nave haya efectuado un aterrizaje suave en la Luna. El país ingresa así en la corta lista de las naciones que han logrado esta gesta. En estos días también se ha vivido un triste fracaso, el de la catástrofe de la sonda rusa Luna-25.

La nave Chandrayaan-3 consta de un módulo de descenso y aterrizaje (un “lander” o aterrizador) con un peso de más de 1700 kilogramos, un módulo de propulsión de 2148 kilos y un rover de 26.

La Chandrayaan-3 fue lanzada al espacio el 14 de julio de 2023, mediante un lanzador LVM3 M4. La nave entró en órbita a la Tierra. Las maniobras orbitales para alcanzar la Luna comenzaron al día siguiente, logrando una órbita de 41.762 kilómetros por 173. En días sucesivos, la órbita se fue elevando. Para las comunicaciones entre la nave y el centro de control de la misión en la India, la ISRO (la agencia espacial de la India) se valió de estaciones de seguimiento propias pero también contó con la ayuda de las agencias espaciales europea y estadounidense (ESA y NASA).

El 1 de agosto, la nave alcanzó una órbita translunar, de 369.328 kilómetros por 288.

El 5 de agosto, gracias a que su trayectoria la llevó lo bastante cerca de la Luna, la nave consiguió entrar en órbita lunar, pasando a girar en torno a la Luna en una órbita de 18.074 kilómetros por 164, tal como estaba previsto. Esta fue la tercera vez que la ISRO logró poner una nave en órbita a la Luna. Aparte, ya lo hizo en Marte.

En los días siguientes, diversas maniobras modificaron del modo deseado la órbita, a fin de lograr que la nave sobrevolase a poca altitud la zona del Polo Sur de la Luna.

El módulo de propulsión se separó del aterrizador el 17 de agosto. El aterrizador, tras efectuar una compleja operación de frenado que le llevó el 20 de agosto a una órbita de 134 kilómetros por 25, llevó a cabo la maniobra del descenso final el 23 de agosto. El vehículo se posó en un punto de la zona del Polo Sur lunar.

En el momento de escribir estas líneas, el rover robótico ya ha descendido del aterrizador y ha comenzado a circular por suelo lunar.

Tanto el aterrizador como el rover llevan abundante instrumental científico con el que efectuarán observaciones detalladas del entorno.

Con su instrumental, el aterrizador medirá la densidad del plasma cercano a la superficie y cómo esa densidad cambia con el tiempo, examinará las propiedades térmicas de la superficie lunar en esa región polar, hará estudios sísmicos y sobre la estructura de la corteza y el manto lunares, y otros análisis.

El rover, por su parte, realizará análisis químicos de piedras y tierra de algunos de los sitios por los que pase.

Coincidiendo con la misión de la Chandrayaan-3, este mes de agosto también se ha desarrollado la de la sonda rusa Luna-25, muy diferente tanto en diseño como en tecnología de la sonda previa de la serie, la Luna-24, que realizó en 1976 una exitosa misión de toma de muestras lunares y su envío a la Tierra.

Por desgracia, la Luna-25, que fue lanzada al espacio el 10 de agosto de 2023 y seis días después entró en órbita lunar, sufrió un problema durante una maniobra orbital y acabó estrellándose contra la Luna el 19 de agosto. (Fuente: NCYT de Amazings)

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