Piedras arrastradas por agua marciana

Un sector de Gediz Vallis Ridge. Claramente, las piedras diseminadas por el suelo son muy distintas del terreno sobre el que reposan. Este y otros rasgos indican que se formaron en otro lugar. Una fuerte corriente de agua que arrastró mucho material es la mejor explicación de cómo llegaron hasta aquí. (Foto: NASA JPL / Caltech / MSSS)

El robot Curiosity ha alcanzado en Marte un terreno de difícil acceso en el que hay esparcidas piedras que, según todos los indicios, fueron arrastradas hasta allí por la fuerza de un enorme caudal de agua discurriendo montaña abajo.

A este terreno con pedruscos se le ha dado el nombre de Gediz Vallis Ridge.

El agua es un ingrediente esencial de la vida y por eso con cada hallazgo de pruebas de la existencia tiempo atrás de agua líquida en la superficie de Marte, aumentan las probabilidades de encontrar vestigios de vida en el Planeta Rojo.

Hace tres mil millones de años, en medio de uno de los últimos periodos húmedos de Marte, un gran caudal de agua arrastró cuesta abajo barro y piedras por la ladera de una enorme montaña. El material arrastrado quedó depositado sobre un terreno llano, que posteriormente fue erosionado por el viento hasta formarse una imponente cresta. En esa cresta se preservan las huellas del fascinante pasado acuático del Planeta Rojo.

Ahora, después de tres intentos, el Curiosity de la NASA, que explora la superficie de Marte desde 2012, ha conseguido ascender a la cresta. Los anteriores intentos se vieron obstaculizados por rocas con bordes afilados y por pendientes demasiado pronunciadas. Tras un ascenso por una de las cuestas más difíciles a las que se ha enfrentado, el robot llegó el 14 de agosto a una zona desde la que ha podido estudiar la cresta con su brazo robótico de 2 metros.

«Después de tres años, por fin encontramos un punto en Marte que permitía al Curiosity acceder con seguridad a la escarpada cresta», explica Ashwin Vasavada de la NASA, miembro del equipo científico del Curiosity.

El rover robótico ha estado ascendiendo por la parte inferior del monte Sharp, de 5 kilómetros de altura, desde 2014, descubriendo por el camino indicios de antiguos lagos y arroyos.

Mientras los científicos de la misión siguen analizando el nuevo conjunto de imágenes y datos de Gediz Vallis Ridge, el Curiosity ya se ha centrado en su próximo reto: encontrar un camino hacia el canal por encima de la cresta para explorarlo e intentar averiguar cómo y por dónde fluía el agua por el monte Sharp. (Fuente: NCYT de Amazings)

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