El satélite que vigilará los bosques y humedales de la Tierra

Recreación artística del NISAR en órbita a la Tierra. (Imagen: NASA JPL / Caltech)

El satélite NISAR ayudará a saber cómo los cambios en los ecosistemas forestales y de humedales de la Tierra están afectando al ciclo global del carbono e influyendo en el cambio climático global.

Una vez lanzado al espacio a principios de 2024, el satélite NISAR ofrecerá información detallada sobre dos tipos de ecosistemas (bosques y humedales) que son vitales para regular de forma natural los gases de efecto invernadero en la atmósfera que están impulsando el cambio climático global.

La misión del NISAR es una colaboración entre la NASA y la ISRO, respectivamente las agencias espaciales de Estados Unidos y la India.

Desde su órbita, el NISAR se valdrá de sus sofisticados radares para escanear casi todas las superficies de tierra o hielo de nuestro planeta dos veces cada 12 días. Los datos que recoja ayudarán a los investigadores a conocer mejor dos funciones clave de ambos tipos de ecosistemas: la captura de carbono y la liberación de carbono.

Los bosques retienen el carbono en la madera de sus árboles; los humedales lo almacenan en sus capas de tierra rica en materia orgánica. La alteración de cualquiera de estos sistemas, ya sea gradual o repentina, puede acelerar la liberación de dióxido de carbono y metano a la atmósfera. El seguimiento de estos cambios de la cubierta terrestre a escala mundial ayudará a los investigadores a estudiar las repercusiones en el ciclo del carbono, es decir, los procesos por los que el carbono se desplaza entre la atmósfera, la tierra, el mar y los seres vivos.

Los datos también podrían ayudar a mejorar el recuento de la cantidad total de superficie deforestada o degradada.

Los humedales son un rompecabezas del carbono: pantanos, ciénagas, turberas, bosques inundados, marismas y otros humedales retienen entre el 20 y el 30 por ciento del carbono del suelo de la Tierra, a pesar de constituir solo entre el 5 y el 8 por ciento de la superficie terrestre.

Cuando hay suficiente agua en los humedales, las bacterias trabajan a pleno rendimiento para digerir la materia orgánica (principalmente plantas muertas) del suelo. Mediante este proceso natural, los humedales figuran entre los mayores depósitos naturales de metano del planeta. El metano es un potente gas de efecto invernadero, que cuando es liberado desde el medio acuático, puede burbujear hacia la superficie del agua y de ahí pasar a la atmósfera. Cuando los humedales se secan, el carbono que almacenan se expone al oxígeno y libera dióxido de carbono. (Fuente: NCYT de Amazings)

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