ACAPULCO, México Más de 7 días después de que el huracán Otis tocó tierra como huracán de categoría 5 en la costa del Pacífico sur mexicano, impactando en este puerto, este 1 de Noviembre aún siguen sin Luz, ya que la Comisión Federal de Electricidad no ha triplicado sus esfuerzos para poder reconectar a los habitantes de esta ciudad quienes llaman a las autoridades del gobierno federal para que les llegue la ayuda pues pronto entrarán epidemias ya que hay muertos enterrados bajo toneladas de tierra y escombro.
Julio Cesar N, habitante del Infonavit el Coloso, (el más grande de América Latina) ubicado a 20 minutos del aeropuerto y de las playas de Puerto Marquez, narra que para poder tener luz, caminó desde la costera hasta el zócalo de Acapulco donde algunas empresas privadas encendieron unas máquinas, plantas de luz, para poder tener algo de energía y rentan a ciudadanos para que carguen sus celulares o sus lámparas ya que el puerto sigue sin tener energía eléctrica en la mayoría de sus colonias. El 90% de los habitantes sigue sin luz.
El joven pide a las autoridades que apresuren la llegada de víveres, tras el huracán, la devastación es mayúsculas. Muchas personas desesperadas se organizaron para saquear todas las tiendas comerciales, Oxxos, Wall Mark, Soriana, después de 4 horas que paró el huracán y pudieron salir de los lugares donde se protegieron del agua y los aludes de tierra que arrastró.
«Vino con tal fuerza que nos tomó desprevenidos, traía palos, árboles enormes, agua, tierra, arena, levantó el agua del mar y lo aventó sobre el pueblo, como mucha gente NO supo que venía el OTIS andaba en sus actividades de pesca, de paseo en lancha, ni protección civil avisó que debíamos suspender todo, entonces por eso hay muchos muertos porque Nadie avisó que la gente debía protegerse en algún lugar».
Apunta que tras 30 años viviendo en Acapulco, jamás había enfrentado una situación de tal magnitud. Es tormenta mas fuerte en la historia de este puerto. La población no sólo saqueó la mercancía de las tiendas comerciales, también se llevaron ropa, zapatos y las cajas fuertes de los comercios. Las tiendas grandes fueron las mas afectadas pues se llevaron toda la mercancía, pero también el dinero que tenían de la venta del día.
Agrega que el número de muertos oficiales es falso pues hay cientos de personas enterradas bajo las montañas de lodo y tierra que aventó el OTIS sobre la población. Aventó muchos árboles sobre casas, escuelas y la población se organiza sola para poder retirar los escombros de sus viviendas que también se inundaron y perdieron todos sus aparatos eléctricos.
«No solo necesitamos alimentos pues NO hay en las tiendas, necesitamos manos para que nos ayuden a levantar los escombros y reconstruir nuestras viviendas, ojalá venga gente a apoyarnos, ya que las autoridades no se están dando abasto y estamos solos prácticamente», insiste, al tiempo que lamenta que el Ejército NO esté permitiendo la entrada de personas que solo quieren ayudar.
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