Los autores de un polémico estudio sobre la relación entre nivel de uso de teléfono móvil (celular) y la calidad del esperma de los usuarios masculinos han presentado públicamente las conclusiones de su investigación.
¿Afecta la radiación electromagnética emitida por los teléfonos móviles a la calidad del semen? Aunque se han propuesto y aceptado diversos factores ambientales y de estilo de vida para explicar la disminución de la calidad del semen humano observada en los últimos cincuenta años, aún no se ha demostrado que los teléfonos móviles tengan un papel en ello. El nuevo estudio, sin embargo, plantea la posibilidad de que influyan de algún modo.
Un equipo de la Universidad de Ginebra (UNIGE) en Suiza, en colaboración con el Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical (Swiss TPH), finalizó recientemente un estudio sobre el tema.
La conclusión a la que han llegado Rita Rahban (UNIGE) y sus colegas es que el uso frecuente de teléfono móvil se asocia a una menor concentración y recuento total de espermatozoides. Sin embargo, los investigadores no encontraron ninguna asociación entre un uso intensivo del teléfono móvil y una baja motilidad de los espermatozoides o una mayor tasa de alteraciones en su morfología.
La calidad del semen se determina mediante la evaluación de parámetros como la concentración espermática, el recuento total de espermatozoides, la motilidad espermática y la morfología espermática.
Se considera que si la concentración de espermatozoides es inferior a 40 millones por mililitro, las probabilidades de dejar embarazada a una mujer empiezan a disminuir significativamente en comparación con una concentración superior.
Según los valores establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo más probable es que un hombre tarde más de un año en concebir un hijo si su concentración de espermatozoides es inferior a 15 millones por mililitro.
Numerosos estudios han demostrado que la calidad del semen ha disminuido en los últimos cincuenta años. El recuento de espermatozoides ha descendido de una media de 99 millones de espermatozoides por mililitro a 47 millones por mililitro. Se cree que este fenómeno es el resultado de una combinación de factores ambientales (sustancias que provocan alteraciones endocrinas, pesticidas, radiaciones) y hábitos de vida (dieta inadecuada, demasiado alcohol, un nivel alto de estrés, consumo alto de tabaco).
¿También es culpable el teléfono móvil?
Los autores del nuevo estudio analizaron datos de 2886 hombres suizos de entre 18 y 22 años. Estudiaron la asociación de rasgos del semen de cada sujeto con su nivel de uso de teléfono móvil.
El análisis reveló una asociación entre el uso frecuente de teléfono móvil y una menor concentración de esperma. La concentración media de espermatozoides fue significativamente mayor en el grupo de hombres que no utilizaban el teléfono más de una vez a la semana (56,5 millones/mL) en comparación con los hombres que lo utilizaban más de 20 veces al día (44,5 millones/mL). Esta diferencia corresponde a una disminución del 21% en la concentración de esperma de los usuarios frecuentes de teléfono móvil (más de 20 veces al día) en comparación con los usuarios poco frecuentes (no más de 1 vez a la semana).
Esta asociación inversa resultó ser más pronunciada en el primer periodo de estudio (2005-2007) y disminuyó gradualmente con el tiempo (2008-2011 y 2012-2018). »Esta tendencia corresponde a la transición de 2G a 3G, y luego de 3G a 4G, que ha llevado a una reducción de la potencia de transmisión de los teléfonos», explica Martin Rӧӧsli, del Swiss TPH y coautor del estudio.
»Los estudios anteriores que evaluaban la relación entre el uso de teléfonos móviles y la calidad del semen se realizaron sobre una cantidad relativamente pequeña de individuos, rara vez se tenía en cuenta información sobre el estilo de vida, y han estado sometidos a sesgos de selección, ya que los sujetos de estudio se reclutaron en clínicas de fertilidad. Todo esto condujo a resultados poco concluyentes», explica Rahban.
El análisis de los datos también parece mostrar que la ubicación del teléfono cuando el usuario lo lleva encima pero no lo está usando (por ejemplo, en el bolsillo del pantalón) no está asociado con diferencias en la calidad del semen. Sin embargo, la cantidad de personas que suministraron información significativa al respecto fue demasiado pequeña para extraer una conclusión realmente sólida sobre este punto concreto», añade Rahban.
De todos modos, tal como advierten los autores del estudio, hay muchos aspectos sin aclarar en esta investigación. Tal vez el grado de uso de móvil tiende a ir unido a estilos de vida distintos, no detallados lo suficiente en los cuestionarios del estudio, y es la diferencia entre esos estilos de vida lo que influye en la calidad del esperma. Además, aún en el caso de que fuese el uso del móvil la causa directa, no está claro el mecanismo responsable. ¿Tienen las microondas emitidas por los teléfonos móviles un efecto directo o indirecto? ¿Provocan un aumento significativo de la temperatura en los testículos? ¿Afectan a la regulación hormonal de la producción de esperma? Todas estas preguntas carecen por ahora de respuesta, tal como reconoce Rahban.
El estudio se titula “Association between self-reported mobile phone use and the semen quality of young men”. Y se ha publicado en la revista académica Fertility and Sterility.
Ahora, el equipo de investigación está reclutando participantes para un nuevo estudio en esta línea de investigación, orientado a resolver dudas. (Fuente: NCYT de Amazings)
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