Inteligencia artificial forjada fuera de la Tierra

Recreación artística del satélite SONATE-2 en el espacio, incubando su incipiente inteligencia artificial. (Imagen: Hakan Kayal / University of Würzburg)

Una nave espacial adquirirá en el espacio sus habilidades intelectuales por inteligencia artificial en vez de que todo o buena parte de ese proceso de aprendizaje se realice en la Tierra como ha venido siendo lo normal en las aplicaciones astronáuticas de la inteligencia artificial.

Tras más de dos años de desarrollo, el nanosatélite SONATE-2 está a punto de ser lanzado. La puesta en órbita mediante un cohete está prevista para marzo de 2024. El satélite fue diseñado y construido por un equipo dirigido por Hakan Kayal de la Universidad Julius Maximilian de Wurzburgo, en Baviera, Alemania.

Dicha universidad lleva unos 20 años preparando misiones de pequeños satélites. SONATE-2 marca ahora otro hito.

El satélite pondrá a prueba novedosas tecnologías de hardware y software de inteligencia artificial en el espacio, aunque cerca de la Tierra. El objetivo es que este tipo de inteligencia artificial se pueda emplear en el futuro para detectar automáticamente anomalías en astros como por ejemplo planetas o asteroides.

Esta nave espacial será la primera en la cual la inteligencia artificial será adiestrada enteramente dentro de la nave cuando esta se halle ya en el espacio. Normalmente, este entrenamiento se realiza en la Tierra con potentes ordenadores. Pero esta estrategia tiene puntos débiles:

Kayal pone un ejemplo sobre esto último: «Supongamos que una pequeña nave espacial debe investigar en el futuro un nuevo asteroide del sistema solar. No puede entrenarse para esta tarea en la Tierra, porque el objeto a investigar es en gran parte desconocido. No hay datos utilizables para el entrenamiento, así que este debe realizarse sobre la marcha.

Enviar primero los nuevos datos a la Tierra y después entrenar a la inteligencia artificial por control remoto llevaría mucho tiempo para las misiones a astros alejados de la Tierra. Un mayor nivel de autonomía basado en la inteligencia artificial a bordo daría mejores resultados. Permitiría detectar objetos y fenómenos interesantes en el astro mucho más rápidamente. (Fuente: NCYT de Amazings)

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