Explorando las dualidades espirituales: Misa Negra y Xochitlalis en región Córdoba

Ceremonias de limpieza energética para despojar de las malas vibras
- en Cultura

Córdoba.- En el oscuro rincón de las prácticas espirituales, se encuentran dos eventos que, a pesar de compartir el mes de marzo, transitan por caminos opuestos: la enigmática Misa Negra y la luminosa festividad del Xochitlalis. César Romero, conocido como el Shaman Citadino, explicó las diferencias entre estas dos prácticas, resaltando sus diferencias fundamentales.

Dijo que la Misa Negra, que se despliega en la frontera del último día de febrero y el primer minuto de marzo, encuentra su esencia en las sombras. Guiada por deseos egoístas y particulares, esta ceremonia nocturna se erige como un portal hacia Lucifer y la búsqueda de poder y dominio. «Existen dos variantes: la primera destinada a deshacer hechizos y bloqueos que afectan el progreso, y la segunda, de naturaleza más egoísta, invoca fuerzas de la oscuridad o de la luz para alcanzar el éxito en diversos aspectos de la vida», explicó.

Agregó que los síntomas de aquellos afectados por hechizos y bloqueos son descritos como dolores de cabeza, enfermedades, mareos, pérdida de dinero, falta de empleo y bloqueo en el camino del amor. «La Misa Negra se erige como un intento de liberar a la persona de interpretaciones negativas y de buscar el poder para obtener una suerte sin límites», acotó.

En este juego de dualidades espirituales, el Shaman Citadino destacó la magia buena que combate lo malo, la magia mala que compite con lo bueno y la lucha entre los buenos. «La capacidad espiritual del brujo, del curandero o del shamán se vuelve esencial, pues son ellos quienes determinan el resultado final de estas prácticas», refirió.

Por otro lado, la festividad de Xochitlalis emerge como un faro de luz en medio de la oscuridad espiritual. Celebrada el primer viernes de marzo, esta ancestral ceremonia ritual étnica rinde homenaje a la deidad «Tonantzin», identificada con la tierra. El contraste es evidente: mientras la Misa Negra se sumerge en la noche, el Xochitlalis se despliega bajo la luz del día.

Las cuevas, escenario de estas festividades, se llenan de ofrendas en gratitud a la madre tierra por las cosechas obtenidas en el año. Danzas y música prehispánica resuenan en un tributo a la antigua deidad. «Las personas más longevas de la comunidad se congregan para agradecer y depositar sus ofrendas, buscando la benevolencia de la Nana Tonantzin para asegurar cosechas abundantes», enfatizó.

Abundo que el ritual en el Xochitlalis se inicia con la petición de permiso a los cuatro puntos cardinales, representativos de la tierra, el aire, el fuego y el agua. Los cantos tradicionales, como la Xochipitzahuatl y el Zacamatilixtli, se entrelazan con las danzas, creando una conexión profunda con las raíces culturales.

En este reportaje, exploramos las dualidades espirituales de la Misa Negra y el Xochitlalis, dos eventos que, aunque comparten el mismo mes, encarnan perspectivas radicalmente opuestas en el vasto universo de las prácticas espirituales.

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