Podría haber vida en las nubes de Venus

Venus, con la densa capa de nubes que oculta su superficie. (Foto: NASA JPL / Caltech)

Los resultados de una investigación reciente sugieren que las nubes de Venus podrían ser aptas para que en ellas subsistieran algunas formas de vida.

En contraste con la abrasadoramente inhóspita superficie de Venus, una capa de nubes que se extiende desde los 50 a los 65 kilómetros de altitud sobre la superficie del planeta, alberga temperaturas más suaves que permitirían vivir a algunas formas extremadamente resistentes de vida.

Si hay vida en esa capa de nubes de Venus, esta debe ser muy diferente de la mayor parte de las formas de vida de la Tierra. Esto se debe a que las nubes de Venus están compuestas mayormente por gotas de ácido sulfúrico, una sustancia química intensamente corrosiva que disuelve los metales y destruye la mayoría de las moléculas biológicas de la Tierra.

El nuevo estudio ofrece una visión menos pesimista de la acidez de esas nubes. Sus resultados indican que, de hecho, algunos componentes clave de la vida, incluidos aminoácidos importantes, pueden persistir en soluciones de ácido sulfúrico concentrado.

El estudio lo ha realizado un equipo integrado, entre otros, por Sara Seager, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y su hijo Maxwell D. Seager, del Instituto Politécnico de Worcester, en Estados Unidos ambas instituciones.

La búsqueda de vida en las nubes de Venus ha cobrado empuje en los últimos años, impulsada en parte por la controvertida detección de fosfina (una sustancia a la que se considera un indicio de vida) en la atmósfera del planeta. Aunque esta detección sigue siendo objeto de debate, la noticia ha revigorizado una vieja cuestión: ¿Podría el planeta hermano de la Tierra albergar vida?

En busca de una respuesta para esa pregunta, hay científicos que ya están planeando varias misiones a Venus, incluida la primera financiada en gran parte con fondos privados, respaldada por la empresa de lanzamientos espaciales Rocket Lab, con sede en Estados Unidos. En esta misión, de la que Sara Seager es la investigadora científica principal, se pretende enviar una nave espacial a través de las nubes de Venus para analizar su química en busca de indicios de moléculas orgánicas. El lanzamiento al espacio está previsto para enero de 2025.

El nuevo estudio profundiza en la noción de que las nubes de Venus podrían albergar sustancias químicas complejas necesarias para la vida. Tal como matizan los autores del estudio, la química orgánica compleja no es, por supuesto, vida, pero no hay vida sin ella. En otras palabras, si ciertas moléculas pueden persistir en ácido sulfúrico, quizá las nubes altamente ácidas de Venus sean habitables, aunque no necesariamente estén habitadas.

El estudio se titula “Stability of 20 Biogenic Amino Acids in Concentrated Sulfuric Acid: Implications for the Habitability of Venus’ Clouds”. Y se ha publicado en la revista académica Astrobiology. (Fuente: NCYT de Amazings)

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