Confirma Obispo de Orizaba Eduardo Cervantes que fue asaltado en la autopista Veracruz-Puebla

El Obispo de la Diócesis de Orizaba, monseñor Eduardo Cervantes Merino le tocó protagonizar la violencia que vive México de norte a sur y de Este a Oeste

Manuela V Carmona
Orizaba, Ver.- A través de más redes sociales el obispo de Orizaba Eduardo Cervantes Merino, confirmó el asalto que sufrió la tarde noche del pasado miércoles en la autopista 150D en los límites entre Puebla y Veracruz, en donde fue despojado de objetos de valor y el anillo episcopal.
De acuerdo con el sacerdote, pasando la caseta de Esperanza, se encontraron los autos detenidos, pensaron que había sido un accidente o algo así pero personas empezaron a circular en sentido contrario sobre el acotamiento mientras otras gritaban que de trataba de un falso retén y en seguida personas armadas con armas largas, uno a uno despojaron a los integrantes de los vehículos de sus objetos de valor.
Por su parte el padre Juan Carlos Villa, quien asumió temporalmente la representación de vocero, informó a los feligreses que tanto monseñor obispo como los dos sacerdotes que viajaban con el se encuentran bien. “El señor obispo y dos hermanos nuestros se llevaron un susto regresando a Orizaba, ellos comentan que es en los límites entre Puebla y Veracruz, pasando la caseta de Esperanza, ahí se encontraron los autos detenidos, pensaron que había sido un accidente o algo así pero dicen que la sorpresa fue que empezaron a circular ahí personas armadas con armas largas”.
Agregó que algunas personas que iban en sus vehículos salieron corriendo de los mismos en contraflujo por temor, mientras los delincuentes, rompían los cristales de los autos y se llevaban lo que había dentro. “Gracias a Dios no pasó a mayores, (al obispo y sacerdotes) les quitaron sus posesiones de valor, celulares, dinero, el anillo episcopal, que es una característica de los obispos portar un anillo y el obispo se los entregó y eso, dice, fue en fracción de minutos, tras lo cual regresaron, se subieron a unas camionetas y se fueron”.
Expuso que aún y cuando posterior al asalto llegaron patrullas, ya demasiado tarde para perseguir a los delincuentes y aunque ahí preguntaron a los policías si había alguna asesoría o modo de presentar la denuncia, no supieron decirle los policías qué hacer o dónde presentar la denuncia.
Lamentó que en esa zona, de la que constantemente se sabe que hay asaltos, no haya suficiente vigilancia y ante la falta de información no se sabe cómo o dónde acudir para presentar denuncia y eso abona a la impunidad.
Finalmente el Obispo expresó que no guarda rencor a sus asaltantes y que a pesar haber sido víctima de estos jóvenes, les concede su perdón y desea que reflexionen y encaminan sus pasos para no seguir sembrando el temor entre sus víctimas.

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