En abril, pese al entorno de inflación y altas tasas de interés, la cartera de crédito de la banca comercial al sector privado registró un monto histórico de 6.18 billones de pesos, de acuerdo con el Banco de México (Banxico).
Los reales, en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando la banca tuvo un saldo de 5.59 billones de pesos.
De acuerdo con el Banxico, el impulso del crédito bancario durante el cuarto mes del año fue consecuencia de una mayor demanda de financiamiento al consumo, que agrupa las tarjetas de crédito, hipotecas, préstamos automotrices o personales, entre otros rubros
En particular, las tarjetas de crédito fueron las que acumularon el mayor monto de financiamiento, con casi 548 mil millones de pesos, y le siguieron los créditos de nómina, con 368 mil millones de pesos, ambos con crecimientos anuales de 10.2 y 5.5 por ciento, en ese orden.
“La creación de empleo formal y la expectativa de que el segundo semestre del año será mejor que el primero, está motivando a que los mexicanos adquieran un crédito de corto o mediano plazo”, aseguró Salvador Soto, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista con El Sol de México, el especialista aseguró que otro factor que ha impulsado la demanda de más financiamiento son las promociones bancarias, que van desde descuentos, puntos por compras o meses sin intereses para el pago con tarjetas.
A esto se suma el factor estacional de vacaciones por Semana Santa de abril, lo que a su vez motivó la compra de algún viaje o un gasto adicional durante esta temporada del año por parte de los consumidores.
“Cada vez son más los comercios que ofrecen pagos con tarjetas o promociones por la compra de productos. El crédito continuará al alza en la medida que los niveles de empleo se mantengan o se observe un descenso en la tasa de interés e inflación en los próximos meses”, anticipó el académico de la UNAM.
Al cierre de abril, la inflación en México alcanzó un nivel general de 4.65 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mientras que la tasa referencial se ubicó en 11 por ciento.
Este último indicador sirve como base para determinar el costo de los créditos, pues en la medida que suba la tasa contratar un financiamiento será más caro y viceversa.
Para analistas de BBVA México, si bien los movimientos en la tasa de interés son relevantes dado el contexto de la inflación en la economía, por ahora no se ve un riesgo de sobreendeudamiento en los consumidores.
“Las trayectorias inflacionaria y de tasas de interés a la baja podrían generar un efecto prudencial en los demandantes de crédito, los cuales podrían trasladar sus decisiones de inversión y financiamiento hacia el futuro cercano, con la expectativa de abaratar sus costos de financiamiento”, comentaron en un reporte previo.
Hacia finales de año se espera que la inflación alcance un nivel de 4.21 por ciento y la tasa de interés se ubique en 10 por ciento, de acuerdo con analistas consultados por Citibanamex.
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