El misterio de la atonía del sueño: ¿Cómo se desactivan nuestros músculos cuando dormimos?

Sin la atonía, nuestros sueños podrían convertirse en acciones físicas reales, lo que aumentaría el riesgo de lesiones durante el sueño.
- en Salud

Durante el sueño, nuestro cuerpo se embarca en un proceso fascinante y esencial para la salud: la atonía muscular. Este fenómeno, especialmente notable durante la fase de sueño REM (Rapid Eye Movement o movimiento ocular rápido), consiste en la inhibición casi completa de la actividad de la mayoría de nuestros músculos esqueléticos.

La atonía del sueño es pues un estado de parálisis temporal que ocurre durante la fase REM del sueño. Durante este periodo, el cerebro permanece muy activo—generando sueños vívidos—mientras que el cuerpo se «desconecta» para evitar que actuemos físicamente en esos sueños. Este mecanismo es esencial para protegernos de posibles lesiones, ya que sin él podríamos movernos de forma caótica e incluso autolesionarnos mientras dormimos.

 

Mecanismos neurológicos detrás de la desactivación muscular

La atonía se produce gracias a una compleja interacción de circuitos neuronales ubicados principalmente en el tronco encefálico. En la fase REM, neuronas ubicadas en la formación reticular pontina y otras áreas relacionadas liberan neurotransmisores inhibidores como la glicina y el GABA. Estos compuestos actúan sobre las motoneuronas de la médula espinal, impidiendo la transmisión de señales que normalmente provocarían contracciones musculares. De esta forma, se bloquea la activación de la musculatura esquelética, a excepción de algunos músculos vitales como el del diafragma, que sigue funcionando para mantener la respiración.

 

La función protectora de la atonía

¿Por qué es tan importante este proceso? Sin la atonía, nuestros sueños podrían convertirse en acciones físicas reales, lo que aumentaría el riesgo de lesiones durante el sueño. Al «desactivar» casi todos los músculos voluntarios, el cuerpo se protege de posibles comportamientos peligrosos derivados de la vividez de los sueños. Esta desactivación no solo asegura que permanezcamos en un estado de reposo seguro, sino que también permite que el cerebro dedique todos sus recursos a la consolidación de la memoria y a la restauración de funciones cognitivas.

 

Excepciones: ¿Qué músculos permanecen activos?

Aunque la mayoría de la musculatura se inhibe durante la fase REM, no todos los músculos son afectados de igual manera. El diafragma y algunos músculos que controlan la respiración continúan funcionando, lo cual es vital para mantenerla. Además, ciertos músculos oculares siguen activos, permitiendo los movimientos rápidos de los ojos característicos de esta fase del sueño.

Investigaciones recientes han profundizado en los mecanismos de la atonía y su relación con otros trastornos del sueño, como la parálisis del sueño. Por ejemplo, estudios publicados en revistas científicas han demostrado que alteraciones en la regulación de estos sistemas inhibitorios pueden desencadenar episodios en los que la persona despierta consciente pero incapaz de moverse, lo que se conoce como parálisis del sueño. Además, la investigación en neurociencia ha revelado cómo la interacción entre diferentes neurotransmisores y estructuras cerebrales es fundamental para mantener un sueño reparador y seguro.

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