Efraín Hernández
Córdoba– En el marco del actual proceso electoral, Manuel Molina Gómez, presidente del Centro de Investigación, Difusión e Implementación sobre Asociaciones Civiles, advirtió que ninguno de los aspirantes a la presidencia municipal de Córdoba representa una opción digna para gobernar el municipio. Con un contundente diagnóstico, señaló que la ciudadanía se enfrenta a una boleta plagada de improvisación, intereses personales y personajes reciclados.
Entre los perfiles más cuestionados se encuentra el candidato de Morena, Manuel Alonso (alias el facturero del crimen organizado), a quien Molina Gómez tachó de ser un títere. Además, lo que lo inhabilita moralmente para aspirar a un cargo público. “No se puede permitir que Córdoba caiga en manos de alguien que responde a intereses oscuros y no al pueblo”, apuntó.
En el caso de Movimiento Ciudadano, la abanderada es Samantha Vicentíni, trabajadora del Instituto Mexicano del Seguro Social, quien hasta el momento no ha informado si ha solicitado licencia para separarse del cargo. Molina Gómez criticó su falta de experiencia y madurez política, además de su actitud confrontativa con los medios de comunicación. “Manda a sus simpatizantes a reportar páginas críticas o a insultar en redes sociales. Esa no es la conducta de alguien que aspira a gobernar”, dijo.
Por el Partido del Trabajo se postula Paola Castellanos, conocida como “la mataperros”, cuyo paso por el Centro de Bienestar Animal estuvo marcado por la omisión y la ineficiencia. Su gestión como inspectora de comercio también dejó una mala imagen, especialmente por los abusos cometidos contra vendedoras de la tercera edad, a quienes despojaba de sus productos con violencia. “No hizo nada por los animales ni por el comercio, solo se dedicó a abusar del poder”, enfatizó.
Molina Gómez también cuestionó la postulación de Armando Aíza Debernardi, quien ya intentó sin éxito llegar a la diputación federal en 2021. “Es un cartucho quemado, otro más que ve en las campañas una oportunidad personal, no un compromiso con el pueblo”.
Del lado del PAN, el aspirante ha pasado por varios partidos sin haber ganado nunca una elección, lo que para Molina Gómez deja claro su falta de respaldo y credibilidad. “No se puede confiar en quien cambia de camiseta cada elección”.
Finalmente, sobre el PRI, el candidato Enrique Rustre Villanueva fue calificado como un completo desconocido, sin trayectoria ni presencia en la vida pública de Córdoba. “Es evidente que lo están usando para rellenar la boleta. Su candidatura solo va a enterrar lo poco que queda del PRI en el municipio”.
Molina Gómez concluyó que Córdoba merece algo mejor. “No queremos improvisados ni marionetas. Esta ciudad necesita un liderazgo real, no a representantes de mafias, oportunistas ni personajes reciclados. La ciudadanía debe abrir los ojos y exigir altura, honestidad y capacidad”, sentenció.
Para ser candidato de Morena hay que ser delincuente. No hace falta título.