E.U.- Por medio una publicación en redes sociales, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) dio a conocer que las personas extranjeras que cuenten con visas y con «green card«, que les da la residencia permanente en el país, podrían perderla en caso de incumplir las nuevas reglas impuestas por el gobierno.
Esta nueva medida podría tener consecuencias significativas para los más de 12 millones de residentes permanentes legales en el país: quienes apoyen la violencia o el terrorismo podrían perder su estatus migratorio.
“Venir a Estados Unidos y recibir una visa o tarjeta de residencia es un privilegio. Nuestras leyes y valores deben ser respetados. Si usted incita a la violencia, respalda o apoya actividades terroristas, o alienta a otros a hacerlo, ya no es elegible para permanecer en EE.UU.”, dice el mensaje en la red X.
Endurecimiento de la política migratoria
Esta declaración refleja un endurecimiento en la interpretación y aplicación de las leyes migratorias, en una coyuntura marcada por operativos y redadas en diversas comunidades migrantes. Según reportes, decenas de titulares y solicitantes de Green Card han sido detenidos en los últimos meses bajo estas nuevas medidas.
La Oficina de Estadísticas de Seguridad Nacional estima que, al 1 de enero de 2024, había 12.8 millones de residentes permanentes legales en Estados Unidos. Este grupo, que históricamente ha tenido cierta estabilidad, ahora enfrenta una mayor vigilancia y la posibilidad de ser deportado si se considera que sus acciones o discursos violan los principios de seguridad nacional.
El sistema judicial de inmigración también enfrenta una presión inédita. Según el Centro de Acceso a Registros Transaccionales de la Universidad de Syracuse, hay más de 3.7 millones de casos pendientes en los tribunales migratorios. Esta acumulación ha generado largos periodos de espera para solicitantes de asilo y otros procesos legales, lo que incrementa la incertidumbre para millones de personas.
USCIS reiteró que trabaja en coordinación con otras agencias federales como el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Estado (DOS) para fortalecer la seguridad interna y garantizar que los inmigrantes respeten las leyes estadounidenses.
La medida ha generado inquietud en organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, que advierten sobre interpretaciones amplias o arbitrarias de lo que podría considerarse “apoyo” a la violencia o al terrorismo, especialmente en contextos de protesta o expresión política.
¿Qué haríamos nosotros los mexicanos si nuestros hermanos centroamericanos entran al país a hacer desmanes?
Hay que aplicar la misma vara a los estadounidenses que violan las leyes mexicanas e incitan a la violencia en contra de los mexicanos, como es el caso de los que tapan accesos a las playas o agreden a los bañistas por estar frente a su casa de playa