O empezamos a conocer más nuestras leyes, las funciones de cada orden de gobierno, las funciones de cada poder de gobierno o seguiremos viviendo en el error y culpando a todos de lo que nos pasa en Veracruz y sus municipios. Y eso nos obliga a madurar, a alcanzar la mayoría de edad ciudadana no solo para votar sino para participar en toda acción de gobierno.
Ya hace casi dos años que me atreví a publicar una opinión sobre lo que debería de ser el proceso electoral para Veracruz, enfocado en los problemas graves y en que el tiempo del gobierno era nulo para lograr lo mínimo indispensable de satisfacción ciudadana.
Desde luego que todos y cada uno de los contendientes a ocupar el cargo de gobernador sabía a lo que le tiraba, sabía en lo que se metía, no había ya nada oculto del desastre de estado que recibiría el ganador, quebrado financieramente, corrupción galopante, inseguridad abrumadora, municipios débiles, desempleo y lo que quiera sumarle estimado lector.
Una vez concluido el proceso electoral y ya con gobernador electo nos vamos enterando del peregrinar del gobernador visitando al Presidente de México, visitando secretarios de estado y al parecer sin tener una respuesta y el apoyo que todos anhelaban.
Ahora hay críticas, no ahora solamente desde hace meses, contra el gobierno Federal porque no intervino, porque no paró la debacle veracruzana porque no apoyó a los ciudadanos. En estos días se recrudece la crítica y los ataques contra el Ejecutivo Federal, por favor las cosas no son así, no defiendo al Ejecutivo Federal, a ese poder actual no le creo nada y no le tengo confianza, pero tampoco hay que responsabilizarlo de lo que no es responsable.
Nuestra Carta Magna marca claramente que la soberanía nacional reside en el pueblo, que todo poder emana del pueblo y que está representado por los legisladores, o sea el Poder Legislativo es el poder del pueblo y de los ciudadanos. Así mismo es la voluntad popular el constituirse en una República, representativa, federal, compuesta por estado libres y soberanos.
Durante más de seis décadas se ha luchado por la soberanía estatal, por el fortalecimiento municipal, por el acatamiento de las leyes que tengan como resultado menor dependencia económica, política y financiera de los órdenes de gobierno estatal y municipal del federal, pero seguimos ahora pensando como menores de edad, papá gobierno federal no hizo el trabajo que me tocaba hacer y lo culpo de los males que padezco.
Los que tenían que haber parado la debacle veracruzana desde hace más de 12 años éramos nosotros, eran los Legisladores Locales, eran los Diputados Federales, no era el ejecutivo, no se trataba de que el papá presidente llamara a su hijito gobernador mal portado a jalarle las orejas y mucho menos se trata de que ahora nos rescaten con el dinero de todo los mexicanos.
Todas y todos los que participaron en las elecciones para gobernador y diputados sabían que no habría dinero, no habría condiciones de gobernabilidad pero aun así se la jugaron, el pueblo creyó y votó, ahora con nuestras propias fuerzas debemos salir adelante, no pidamos que se violente la ley, no pidamos que se hagan cosas indebidas en aras de salvar Veracruz, pidamos a todos los gobernantes que hagan su trabajo y nosotros ciudadanos hagamos el nuestro.
Los que tenían obligación de poner orden no lo hicieron, son cómplices de la corrupción, los que pudieron parar la caída libre no lo hicieron, son cómplices por omisión, a esos debemos pedirles cuentas, contra esos debe ir nuestro enojo, no contra quien ni la debe ni la teme.
Tendremos dos años más de dificultades y situaciones nada agraciadas, pero son dos muy buenos años para prepararnos y dejar un piso firme que permita la reconstrucción de la grandeza de Veracruz y que podamos tener esa vida digna que nos merecemos, sin esperar más de lo debido del gobierno estatal, solo esperar que hagan su trabajo con honestidad y espíritu de servicio y facilitando el trabajo de los gobiernos municipales.
Como decía Confucio: “Arréglese el Estado como se conduce a la familia con autoridad, competencia y buen ejemplo”
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