Ya salió el peine

Cuánto entregó Marcelo Odebrecht a políticos mexicanos por licitaciones en Pemex, Etileno XXI, y a Javier Duarte de Ochoa y alcaldes de la conurbada, por la privatización del agua en Veracruz?

La constructora brasileña Odebrecht,  sobornó a altos funcionarios mexicanos para ganar obras públicas entre 2011 y 2014, obtuvo varios contratos energéticos clave, entre los que destaca la lictación  de la planta petroquímica, para producir gas etileno,  Etileno XXI, en Veracruz, entre otras.

Odebrecht aceptó haber pagado unos 10.5 millones de dólares en sobornos a funcionarios mexicanos en ese periodo,  para asegurar contratos de obras públicas, logrando  beneficios por más de 39 mil  millones como resultado, según el expediente liberado en Estados Unidos.

Pista uno: En Octubre del 2013, “Enrique Peña Nieto, recibió al empresario brasileño, de  Odebrecht, el cual le informó que  ese grupo pretende invertir en nuestro país en los sectores petroquímica, saneamiento y energía hidráulica renovable, producción de etanol, azúcar y energía renovable de biomasa, y en concesiones carreteras, un monto aproximado de 8 mil 100 millones de dólares en los próximos cinco años”. (Comunicado de prensa de la Presidencia de la República).

Pista dos: José María Aznar, ex presidente del gobierno español,  en la inauguración de la Iniciativa Cuenca del Atlántico, acompañado del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte. Aznar en  su mensaje urgió a México a reglamentar el total de las reformas estructurales aprobadas, para acelerar el proceso de entrega de beneficios a la población.  Mientras Javier Duarte expresó “Veracruz es la mayor potencia energética de México, es el único estado que tiene todo tipo de energías en el país. Somos primer lugar nacional en generación de energía eléctrica, segundo lugar nacional en la producción de crudo, únicamente en el paleocanal de Chicontepec, al norte del estado, se cuenta con el 40 por ciento de las reservas probadas del país”. El ex gobernador  festinó  que  la  inversión de Odebrecht  por 6,800 millones de dólares en la construcción del complejo Etileno Siglo XXI.

Pista tres: Odebrecht firmó un solo contrato  con Pemex Refinación, dirigida entonces por Miguel Tame, por  1,795 millones de pesos. Después Petróleos Mexicanos,  bajo la dirección de Emilio Lozoya, dio un contrato por adjudicación directa a Odebrecht, constructora brasileña, que ha reconocido ante la justicia de Estados Unidos el pago, en México,  de sobornos millonarios a cambio de obras.

Pista cuatro: Después de la detención en Brasil de Marcelo Odebrecht, presidente de la constructora más grande de Latinoamérica, acusado de formación de cartel, fraude en licitaciones, corrupción, lavado de dinero y desvío de dinero público, el alcalde de Veracruz, Ramón Poo, aseguró a la empresa brasileña  la concesión,   junto con Aguas de Barcelona (filial suya) el  manejo del agua en  Veracruz y Medellín. Despidiendo a más de 1200 técnicos y trabajadores altamente calificados.

Pistas que deben ser analizadas rigurosamente tanto por la Secretaría de la Función Pública como por  la  Procuraduría General de la República, así como la aún “nonata” la Comisión Nacional Anticorrupción.

Pistas que conducen al final del  periodo de Calderón y al actual de Peña Nieto. Pistas que llevan en  Veracruz a la fuga de Duarte y al servil sometimiento del gerente porteño. Energía y Agua, próximas en peligro de extinción para el 2050,  vitales para el desarrollo nacional. El escandaloso enriquecimiento del ex gobernante y la consigna de “joder a toda costa” a ciudadanos productivos del municipio por ponerse  servicio del capital. La corrupción en México, para variar, desenmascarada en el extranjero.

Y AHORA LA CEAPP  ¿QUÉ?

La ya veintena de periodistas y reporteros gráficos asesinados en Veracruz, las agresiones físicas, robo de material de trabajo, base de datos en computadoras y celulares, saqueo de sus viviendas. Periodistas obligados a migrar dentro y fuera del país, a abandonar puestos de trabajo y lo peor, ahora, padecer el secuestro, detención de hijos y familiares. Todo esto debe ser atendido jurídicamente, no periodísticamente,  por la CEAPP.

La Comisión de atención y protección es para  periodistas,  y no, necesariamente,  debe ser administrada por periodistas. La profesión periodística está bien definida para realizar reportajes, crónicas, entrevistas que analicen la situación imperante en la entidad del gremio más afectado. El periodista debe ser quién denuncie, compruebe bajo el rigor de sus investigaciones,  para  conducir  al esclarecimiento de los hechos, que han afectado gravemente al gremio.

Si  al   periodista se le contrata, bajo salario, emanado del erario público no tendrá la libertad para fortalecer la denuncia ni esclarecer la intromisión de los gobiernos estatal o municipal, del crimen organizado, o de líderes regionales y  locales bajo sospecha.

La nueva administración en la CEAPP nace mal: una propuesta emanada del gobernador en turno, una legislatura local, PAN, PRI, PRD y sus compinches, sometida y obediente.

En la nueva administración hay elementos valiosos, no todos, pero los hay. Su misión los debe encaminar a organizarse en forma independiente como cuerpo colegiado, ligado a organizaciones nacionales y extranjeras como Reporteros sin frontera, periodistas a pie, Artículo 19, entre otras.

La independencia es vital, el salario amarra, compromete y hasta somete, ya se vio con la anterior administración. El presupuesto es bajo para atender las necesidades reales del periodismo violentado. Reducir un 30% el salario de los comisionados,  no soluciona en nada. Los comisionados deben ser designados honoríficamente y solo cubrir sus  gastos de movilización. El pago  debe ser exclusivamente para el personal operativo, secretarias, recepcionista, mantenimiento,  y el resto  debe destinarse a  clarificar, denunciar para apoyar  al gremio. El riesgo de la simulación en grande.

 

 

 

 

 

 

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