La tortura, Silvano y Leonora/ El Cristalazo

- en Opinión

La propaganda nos envuelve pegajosa, chiclosa, mucilaginosa, dicen, como una tela de araña. Y cuando las arañas (o los partidos) tejen su invisible red, por lo general ellas mismas quedan inmóviles en el centro.

Silvano Aureoles le hará el caldo gordo al PRI en Michoacán
Silvano Aureoles le hará el caldo gordo al PRI en Michoacán

Ignoro cuáles fueron los métodos del señor Juan Méndez para llegar a la conclusión de una generalizada práctica de la tortura en México, diagnóstico y sentencia a un tiempo cuyo simple enunciado erizó a la cancillería mexicana la cual a punto está de dar por terminadas sus relaciones con la relatoría de las Naciones Unidas especializada en ese tema.
Yo estaría absolutamente de acuerdo con Méndez si en su análisis sobre tratos degradantes, crueles, tortuosos y demás, hubiera incluido el aluvión de la propaganda electoral de todos los partidos políticos.
Es algo para salir corriendo, pero con un agravante: no hay hacia dónde huir. La propaganda nos envuelve pegajosa, chiclosa, mucilaginosa, dicen, como una tela de araña. Y cuando las arañas (o los partidos) tejen su invisible red, por lo general ellas mismas quedan inmóviles en el centro.
SILVANO
Arranca Silvano Aureoles su segunda campaña electoral en pos del gobierno de Michoacán. Contiende contra la señora Luisa María Calderón y el priista  “Chon” Orihuela. Por cierto, de acuerdo con los “usos y costumbres” más recientes, expresados en Nuevo León, será posible ver en la boleta a Don Chon; no nada más escrito como Asunción, sino con el sobrenombre familiar. Bueno, eso es cosa menor.
Pero para don Silvano estas no son cosas menores y así arranca, con este clarín tremolante:
“A Michoacán le hace falta armonía y paz, le hace falta el reencuentro, le hace falta estabilidad social, le hace falta que caminemos juntos, que generemos las condiciones para que hoy construyamos acuerdos que nos permitan encontrarle soluciones a los problemas que nos lastiman.
“Han sido muchos años de sufrimiento, hay mucha conformación entre hermanos, muchos huérfanos, muchas dudas, gente desplazada y toda una serie de hechos que nos lastiman y que no queremos que continúen así. Por eso esta oportunidad hermanas y hermanos, esta oportunidad que tenemos no hay que desaprovecharla para que podamos replantearnos un nuevo rumbo para Michoacán, y ese nuevo rumbo se llama un nuevo comienzo, que significa replantearnos todo, todo lo que hemos venido haciendo, pero que no nos ha permitido generar las condiciones para salir adelante.
“Me lastima y me duele que solo dos de cada diez muchachos que terminan su bachillerato, sólo dos podrán encontrar un espacio en la escuela pública para seguir estudiando, pero luego aún más, que cuando terminan no tienen un espacio para desarrollarse profesionalmente.
“Es tan  ingrata la situación, que a veces sale más caro pagar la colegiatura de un mes de clase, que lo que va a percibir de salario ese muchacho, esa muchacha, cuando se ocupa en algún empleo”.
LEONORA
Vivía Leonora Carrington (cumpliría 98 años) en la calle de Chihuahua en la parte sureña de la colonia Roma. Se le podía ver los domingos en el Sanborns de Insurgentes y Tabasco y algunas veces en la librería Pegaso de la Casa Lamm (donde por cierto hace falta un buen Cine Club). Caminaba despacio con el pelo levantado sobre la nuca. Vestida con una chamarra de mezclilla, limpia y azul.
—Me voy a mi casa, me dijo un  día cerca de las seis de la tarde cuando se acercaba la hora bruja del crepúsculo (nada tan bello como un buen ocaso), dicen que hay un hombre que te corta las orejas.
Fue lo más surrealista que le oí decir.
—¿Cómo me vería sin orejas?

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