Cambiar la desconfianza por la confianza/ Grandes Verdades

- en Opinión

“Todas las leyes que se dictan tienen por base la desconfianza; ninguna descansa en la virtud de los ciudadanos”.  E. Rene Lefebvre de Laboulaye.

A punto de concluir el proceso electoral federal y los nueve locales es buen momento para tomar decisiones de generar un proceso de cambio, cambio de actitudes y de personalidades.

La confianza se gana con hechos
La confianza se gana con hechos

Es momento de dar la vuelta a muchas situaciones críticas que vivimos por culpa de la desconfianza, sobre todo porque la desconfianza inquieta pero el silencio ofende ante todo lo que nos hemos acostumbrado a vivir.

Para dejar en claro parto de hacer mía una de las definiciones que encontré sobre la confianza: “Es una cualidad de los seres vivos que supone creer y tener seguridad de que una situación es de determinada manera o una persona actuará de determinada forma” Esas formas determinadas debemos creer que siempre son las correctas y que no buscan nada negativo para ti o la sociedad. Porque la confianza es la seguridad que alguien tiene de otro individuo. Su etimología fides es fe.

Muchas de las acciones que realizamos están fincadas en la desconfianza y debemos recordar aquella frase de Indira Gandhi “La desconfianza es una señal de debilidad”. Debilidad en que la cada día caemos más y más los mexicanos.

Wilcox menciona que “Debemos desconfiar de hombre que te aconseja que desconfíes”. Además de la competencia una de las causas de la disensión es la desconfianza, porque ésta es un sentimiento de inseguridad que dificulta las relaciones y esa dificultad genera aislamiento y genera complicaciones de vida.

En México la desconfianza que nos tenemos unos a otros, sin entrar en filosofía de la razón o no, ha provocado un sin número de trabas, de burocracia, de dificultades de vida y sobre todo encarecimiento de todo a nuestro alrededor.

Así como se habla de los miles de millones de pesos que nos cuesta a los mexicanos cada año la corrupción, así debemos ver los cientos de millones que nos cuesta la desconfianza y el pensar que todos somos pillos.

De no tener tanta desconfianza en el de junto, no habría tantos órganos de control y vigilancia en el gobierno, en la iniciativa privada menos contratos y gastos de abogados y pleitos inútiles, en la vida democrática, retomando el inicio de la recta final del proceso electoral, también menos gasto y despilfarro en “cuidadores de casillas” tanto de los partidos políticos como de los Institutos Electorales. En seguridad ya ni hablamos cada día además de las policías tenemos cada vez más negocios de apoyo en seguridad, revisiones, arcos de seguridad etc. Todo con altos costos que denigran a las personas y que aumentan nuestros gastos económicos.

Y todas esas situaciones y acciones que hoy nos generan desconfianza nacieron y permanecieron porque nosotros las generamos y las conservamos, por lo tanto es momento de que nosotros terminemos con esos fantasmas que hemos creado.

Por lo tanto siempre debemos partir de la premisa de confiar, solo desconfiar en verdad de quien o quienes han fallado a la confianza que les hemos dado.

[email protected]

 

 

Comentarios

¡Síguenos!

A %d blogueros les gusta esto: