JDO: el enemigo público de la prensa/ Fuera de Foco

Maestros corrían despavoridamente para intentar evadir a los policías, que en ventaja en número y en armas, avanzaban tanto por calles xalapeñas y de Boca del Río para hacer “valer la ley” del fascista. El secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita se ha convertido en el principal enemigo de la prensa en el estado de Veracruz. Por medio de él, vienen las golpizas constantes que ha propinado a los comunicadores en diversas ocasiones. La razón, es simple, el servidor de Javier Duarte de Ochoa –porque de público no tiene nada- intenta hacer que la prensa veracruzana no dé cobertura a ninguna de las manifestaciones sociales que se organizan en contra del ejecutivo estatal, a causa de su incompetente gobierno. ¿Para qué? Pues también simple, para poder golpear y si es posible hasta desaparecer a los líderes sociales, a los maestros, a los disidentes que tanto le estorban a su patrón.

A Ivan Sánchez de MVS le rompieron la cabeza con un macanazo, a Raziél Roldán de Plumas Libres le rompieron su lente y agredieron a golpes por la espalda. ¡Bermudez ordenó los golpes!.
A Ivan Sánchez de MVS le rompieron la cabeza con un macanazo, a Raziél Roldán de Plumas Libres le rompieron su lente y agredieron a golpes por la espalda. ¡Bermudez ordenó los golpes!.

Los medios de comunicación, le estorban a los intereses del gobierno de Javier Duarte de Ochoa y una manera de espantarlos, es propinado golpizas brutales a los más aguerridos. En el caso de lo que se vivió el fin de semana, el fascista quiere que la prensa deje solo a los maestros para entonces [porque no considerarlo] organizar una desaparición masiva como la que ocurrió en Guerrero con los 43 normalistas de Ayotzinapa. En el caso de los maestros, su intención es que quienes se oponen a la evaluación laboral de Peña Nieto, sin prensa, tenerlos solos a su merced.

Las bajezas de parte del gobierno estatal es una constante. En verdad que al menos en lo personal, jamás he esperado nada de bueno de ese quien dice llamarse gobernador y que lo único que ha demostrado es una cobarde actitud en contra de la sociedad, en contra de los periodistas y fotógrafos, pero sobre todo, en contra del propio estado que mal gobierna.

Arturo Bermúdez Zurita el día de antier -el sábado 21 de noviembre del 2015- se quiso sentir en un campo de batalla. Se vistió de policía, con macana y pistola eléctrica en mano, salió a cazar maestros en la ciudad capital. Yo me pregunto ¿Sin guaruras, sin que nadie lo defienda podría enfrentar a un solo maestro, igual por igual, a trancazos? No, los cobardes jamás se exponen a condiciones igualitarias de poder. Bermúdez Zurita seguramente para sentirse “hombre” y poderoso, se canalizó en golpear y lastimar a mujeres, ancianos y niños, porque a alguien más grandote le da miedo y hasta con una cachetada que le propinen, se ha de poner a llorar.

La evaluación educativa se fue al carajo, aunque las autoridades de la SEV recen lo contrario, jamás lo van aceptar. En dos días no lograron evaluar ni al 10 por ciento del magisterio. Quienes asistieron, seguramente son esos “comisionados”, esos que no están frente a grupo, es decir, los dos mil 173 aviadores que tiene Duarte incrustados en la Secretaría de Educación Veracruz. El resto, los verdaderos maestros, estaban afuera siendo golpeados por los “soldaditos” de plomo de Arturo Bermúdez Zurita.

Mi absoluta admiración a mis compañeros periodistas que pese a la circunstancia que se vive en el estado de Veracruz a causa del gobierno de Javier Duarte de Ochoa, no los limita a continuar haciendo su trabajo. Los golpes los ha hecho más fuerte y sin darse cuenta, señor gobernador, ha provocado que nos fortalezcamos más como gremio. Es indigno que arroje su convocatoria a los medios en donde lo maneja como un “encuentro” para periodistas. No señor, no estamos para tertulias con usted, ojalá los colegas que dan cobertura a sus monólogos entendieran que ningún «apoyo» por asistir no valen la pena cuando está en juego todo el gremio. Recoger las “migajas” de este pordiosero gobierno cuando la integridad del resto de la prensa está en peligro. Es de falta ética. Pero cada quien pisotea su nombre a su gusto y antojo.

Toda mi solidaridad para los colegas, Mellisa Díaz –a quien ocho cobardes policías la violentaron y le rompieron su celular-, Iván Sánchez y Hugo Gallardo San Gabriel, y al colega que Raziel Roldán quien fue golpeado el sábado por las sabandijas de Bermúdez. Todos ellos fueron víctimas de las ignominias de Arturo Bermúdez Zurita. Sujeto desarmado y ruin, que jamás podrá conocer la honra de un ser humano. Un literal patán.

P.D. Las disculpas del señor gobernador son una burla. Agradecidos estamos nosotros los “nocivos” para su gobierno no tener que soportar sus peroratas de los lunes. Somos tan felices por ello.

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