A 200 años del fusilamiento de José María Morelos y Pavón

Con la creación de Estado Islámico en estos últimos años, la figura del profeta Mahoma, como simbolo de violencia, la CIA nuevamente crea una amenaza para el mundo, y qué mejor pretexto que el supuesto terrorismo  islámico. Hace más de doscientos años, le escribieron al virrey de la Nueva España, Francisco Xavier Venegas 1754-1833, el militar y más tarde virrey de la Nueva España, José María Callejas, quien apodó así al líder de la insurgencia novohispana José María Morelos y Pavón, en una carta, llamándolo  el segundo Mahoma  y sus adeptos, también los catálogo como islámicos; seguramente para esos años debió haber sido toda  una amenaza infernal; para los pobladores del virreinato.

José María Morelos y Pavón a 200 años de su nacimiento
José María Morelos y Pavón a 200 años de su nacimiento

El segundo líder del movimiento de la independencia fue fusilado en el pueblo de Ecatepec perteneciente a la Intendencia de México, el 22 de diciembre de 1815; vísperas de la Navidad de aquel año.  Es sin duda alguna el insurgente más exitoso que tuvo dicho movimiento,  en sus casi cuatro años de liderar al movimiento de armado iniciado el domingo 16 de septiembre de 1810, por  Miguel Hidalgo y Costilla. A su fusilamiento en el verano de 1811, el sacerdote Morelos y Pavón, antiguo alumno en el Colegio de Nicolaita, donde Hidalgo era rector. Asume el liderezgo de la insurgencia

La ruta de la lucha que encabezó José María Morelos y Pavón,  se inicia de desde Carácuaro, Charo, Tecpan, Zitácuaro, Acapulco, Tenancingo, Cuautla, Huajuapan, Orizaba, Oaxaca, Chipalcingo, Valladolid, Puruarán, Tlacotepec, Apatzingán, Coyuca, Ario de Rosales, Uruapan, Apaxtla, Temalaca,Taretan, ciudad de México, y Ecatepec, así su movilidad politica-militar le hizo recorrer los nucleos poblacionales más grandes en la Nueva España, su huella se hizó más grande por todo su proyecto escrito, durante sus años de lucha.

Ese clérigo es un segundo Mahoma, que promete la resurrección temporal y después el paraíso con el goce de todas las pasiones a sus felices musulmanes, se suma al movimiento insurgente para asistir a las tropas insurgentes, pero su antiguo Rector, le encomienda integrarse al movimiento armado, el 20 de octubre de 1810, el sur de la Nueva España. Por tal motivo es segundo líder militar después de Miguel Hidalgo. Durante el desarrollo de su responsabilidad, se destacó en organizar al ejército insurgente, así como captar a las mejores novohispanos para la causa insurgente, escribió en 1812,  Los sentimiento de la Nación, un años más tarde logra convocar  al Congreso  de Anáhuac de 1813, y para 1814, a la Constitución Apatzingán, en ellos se ve el proyecto de nación  que Morelos  visualizaba, para la Nueva España. Sin olvidar los 72 días del  Sitio de Cuautla, entre 19 de febrero al 2 de mayo de 1812, donde el brigadier de  José María  Callejas del Rey, tuvo la encomienda de atacar a la insurgencia y capturar a su líder.

Por sus dotes militares durante los años en que encabezó la insurgencia, el mismo Napoleón Bonaparte, afirma  que  con cinco  Morelos conquistaría el mundo. Por su genio militar durante el sitio de Cuautla y las demás campañas militares.

La Intendencia de Veracruz, fue visitada el Generalísimo  José María Morelos y Pavón, estando por la zona de Orizaba y Córdoba, luego de la campaña de Oaxaca, siendo de los primeros insurgentes de primer nivel que estuviera en estas tierras, dejando como responsable de la insurgencia a  José Miguel Ramón Adaucto Fernández Félix, 1786-1843, mejorconocido  Guadalupe Victoria, para algunos el primer gobernador de Veracruz, así como también el primer presidente de México,1824-1828.El Gobierno de Veracruz desde hace 200 años le adeuda un merecido homenaje, no sólo con nomenclatura de calles y escuelas.

A continuación quiero presentar  algunos documentos sobre el fusilamiento, su proceso judicial fue más rápido que de Miguel Hidalgo y Costilla. También pasó por el tribunal de la santa inquisición : Notificación de la sentencia de muerte dictada contra José María Morelos. 21 de diciembre de 1815. En la ciudadela de la plaza de México a veinte y uno de diciembre de mil ochocientos quince, el señor coronel D. Manuel de la Concha, en virtud del decreto que antecede del Excelentísimo Señor Don Félix María Calleja, Virrey y Gobernador y Capitán General de esta Nueva España, pasó con asistencia de mí el secretario a la prisión donde se halla José María Morelos, reo en esta causa a efecto de notificársela, y habiéndole hecho poner de rodillas le leí la sentencia de ser pasado por las armas por la espalda como traidor al rey, en virtud de lo cual se llamó a su confesor para que se preparara cristianamente; y para que conste por diligencia lo firmó dicho señor, de que yo el infrascrito secretario doy fe. Manuel de la Concha. Ante mí, Alejandro de Arana.

Manuel de la Concha comunica a Calleja haberse efectuado la ejecución de José María Morelos, ese mismo día, en el pueblo de San Cristóbal Ecatepec. México, 22 de diciembre de 1815.  Excmo. Sr. Virrey, D. Félix María Calleja. En cumplimiento de la superior orden que V.E. se sirvió comunicarme la noche del 21 del corriente, salí a las 6 de la mañana subsecuente de esta Capital, conduciendo desde su Ciudadela la persona del rebelde José María Morelos, a quien mandé fusilar por la espalda, como a traidor, a las 3 de la tarde de hoy, a presencia de toda la sección de mi mando y de la guarnición destacada en este punto. A más de los auxilios cristianos que ya había hecho aun antes de notificarle la sentencia en la Ciudadela, tuvo por el camino los que le ministró el padre capellán de la sección; y no obstante éstos, le proporcioné al cura de este pueblo y su vicario, quienes lo asistieron desde tres horas antes de su muerte, con cuya operación parece que manifestó algunos sentimientos de arrepentimiento, diversos de los que hasta entonces había demostrado. A las 4 de la propia tarde, se le dio sepultura en la parroquia de este pueblo por su cura, el Br. D. José Miguel Ayala, como consta del oficio que acompaño a V.E., junto con la respuesta que me dio de otro preventivo que le libré a mi llegada, que fue a las 11 del día. Dios guarde a V.E. muchos arios.

Queda sepultado en esta parroquia de San Cristóbal Ecatepec, el cadáver de José María Morelos. San Cristóbal, 22 de diciembre de 1815. Sr. Coronel D. Manuel de la Concha: Queda sepultado en esta parroquia de San Cristóbal Ecatepec, el cadáver de José María Morelos, que fue pasado por las armas en el Palacio de este pueblo, en virtud del oficio que V.S. se sirvió dirigirme en la mañana de este día. San Cristóbal, y diciembre 22 de 1815, a las cuatro de la tarde. José Miguel de Ayala.

Con motivo del 116 aniversario del fusilamiento de  José María Morelos y Pavón,  el departamento universitario del Gobierno del Estado; realiza un acto para la colocación de la primera piedra para constuir el monumento al Siervo de la Nación,en el jardín lleva el nombre del insurgente, localizado en las calles de Clavijero y Benito Juárez, el 22 de diciembre  1931, años más tarde  se coloca el primer busto del líder insurgente, en capital del Estado de Veracruz. AHMX. Secretaría.P3. Exp. 83, f 3.  Finalmente se logro una estatua del Siervo de la Nación, en la zona de los Sauces de la ciudad capital.

 


 

Comentarios

  1. LA MUERTE DEL GRAN MORELOS

    “Si yo tuviera un Morelos, conquistaría hasta los cielos.”

    En mil ochocientos quince,
    la patria sufrió un esguince,
    día veintidós de diciembre,
    en la memoria se siembre.

    La muerte del gran Morelos
    que, entregado a sus anhelos,
    nos brindó su corazón,
    cual “Siervo de la Nación”.

    Primero, lo excomulgaron,
    “de su Dios lo despojaron”,
    la cruel, “Santa Inquisición”,
    dejó “torcido un renglón”.

    Lo que tanto se temía,
    se le acusó de herejía,
    en público, degradado,
    se sintió muy desgraciado.

    Mas, fue fiel a sus valores,
    rindámosle mil honores,
    después de un juicio sumario,
    enemigo, victimario.

    Calleja, dictó sentencia,
    con maldad e irreverencia,
    Salazar, el confesor,
    De la Concha, ejecutor.

    Redoblar de los tambores,
    en Ecatepec, temblores,
    vendados fueron sus ojos,
    lágrimas, mustios abrojos.

    Lo inmolaron a mansalva,
    hincado, dando la espalda,
    al pelotón de soldados,
    con fusiles, pertrechados.

    Fieras descargas sonaron,
    de balas lo saturaron,
    metralla tronó horrorosa,
    cara en tierra pedregosa.

    Se hizo presente la muerte
    dejando, aquel cuerpo inerte,
    al crucifijo, aferrado,
    teñido, rojo sangrado.

    Triste quedó el paredón,
    ¿cuándo llegará el perdón?,
    ¡qué lamento, qué tragedia,
    almas llenas de miseria!

    La Nación, en la penumbra,
    sus sentimientos, no alumbran,
    martirio del insurgente,
    cimbró todo el Continente.

    Lo digo, sin ser insano,
    ¿tal calvario ha sido en vano?,
    ¿dónde quedaron los planes
    de Morelos, sus afanes?

    ¿Campañas, logros, victorias,
    ideales, credos, glorias?,
    doscientos años de ausencia,
    ¿qué fue de la independencia?

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., a 22 de diciembre del 2015
    Registro SEP Indautor No. (en trámite)

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