La corrupción, obstáculo real

MEXICO NEOLIBERAL

La crisis de la deuda externa de 1982 significó el fin del modelo de sustitución de importaciones en América Latina y el tránsito hacia el modelo neoliberal. Aunque el neoliberalismo se instauró en los años setenta en los países del Cono Sur con el ascenso de las dictaduras militares, se generalizó en la región cuando México, con Miguel de la Madrid, se declaró incapaz de cubrir el servicio de la deuda, sometiéndose a las directrices del Fondo Monetario Internacional y la banca extranjera que le cerraron los créditos. México se encaminaba, así, a la privatización de la banca, industria, servicios públicos, producción agropecuaria, minera y forestal, redes de comunicación, autopistas, aeropuertos, puertos.

En el caso de México con tasas sostenidas de más de 6% del PIB anual, el Milagro Mexicano, debido al modelo desarrollo estabilizador del periodo 1940 a 1970, con el incremento de la producción agrícola e industrial a través de la sustitución de importaciones, modelo económico basado en poner limitaciones a las importaciones y crear facilidades a la producción y venta de mercancía nacional.

Aún el crecimiento se sostuvo en la década 1970-1980 pese a los movimientos sociales de los sectores estudiantil, magisterial, campesino, eléctrico con tasas arriba del 4% del PIB anual.

“La gran crisis que afectó al conjunto del sistema capitalista desde finales de los años sesenta, trató de ser contrarrestada en los países de mayor desarrollo relativo de América Latina, mediante la intensificación de la intervención estatal de la economía y el endeudamiento externo. Los gobiernos y las grandes corporaciones privadas se integraron al circuito del endeudamiento internacional, alimentado con la creación y expansión del mercado.… En México, se podría asumir los formidables desafíos que enfrenta ahora en materia de alimentación, salud, empleo, educación, vivienda, seguridad pública, medio ambiente y servicios básicos.” (Alfonso Palacios. El País).

Carlos Salinas de Gortari provocó el inicio de la debacle nacional, con la renegociación de la deuda externa, el *Plan Brady, que consistió en efectuar un canje de los viejos bonos de la deuda externa por nuevos que contarían con respaldo del Tesoro de los Estados Unidos.

Los hechos políticos entre 1988-1994: aniquilación de oponentes, detención de opositores, represión sin límites y privatización de la economía nacional. Inclinaron al país a dar respuesta a las bases impuestas por el Consenso de Washington, a través del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Modelo que logró ampliarse y perfeccionarse con Zedillo, Fox, Calderón (curiosamente estos tres ex mandatarios, hoy son empleados de las trasnacionales) y Peña Nieto y que ahora pretenden prolongar con Meade.

EL CASO DE SINGAPUR

El modelo neoliberal frenó el crecimiento de América Latina ante el embate despiadado de la economía de mercado, globalizado, regido por las grandes corporaciones trasnacionales, los gobiernos se convirtieron en administradores y lacayos del poder económico.

Sin embargo, hay un caso exitoso: Singapur. Con la característica de freno total a la corrupción y recuperación de los mercados internos para competir y no someterse a los caprichos del mercado global. Lo que inició México desde 1940 e interrumpió desde 1980 hasta la fecha. Ellos lograron ser interdependiente, nosotros absolutamente dependientes.

Singapur, el país donde más ha aumentado la riqueza en el último medio siglo, se ha convertido un referente mundial en materia de política económica. Debido a las políticas públicas y demás decisiones que la han llevado, como Nación, a convertirse en lo que es hoy. Lee Kuan Yew supo idear, en su momento, un plan maestro para su país, y colocarlo en un lugar muy próspero dentro del sudeste asiático. El eje central de ese plan ha sido la libertad económica y una educación puntera.

No en vano, entre 1976 y 2014, Singapur creció un 6,81% anualizado, tal y como se logró durante el desarrollo estabilizador en México. Pero lo mejor es que se prevé que siga ocupando el primer puesto en 2050.

“La clave de su éxito, es su altísimo grado de libertad económica. Según el prestigioso ranking elaborado por la Heritage Foundation sobre Libertad Económica, Singapur ostenta el segundo puesto del mundo, sólo por detrás de Hong Kong”. (Expansión)

Singapur logró aprovechar su ubicación entre China y Europa, y su estatus de puerto internacional para convertirse en una de las grandes referencias del comercio de mercancías en los mercados asiáticos. La libertad económica de Singapur resulta evidente por dos aspectos concretos de su economía: la baja presión fiscal y el reducido tamaño del Estado, que a diferencia de lo que ocurre en Europa, en donde el Estado gasta en muchos países el 45% del PIB, en Singapur el peso del sector público apenas asciende al 5% del PIB. En México con un congreso insaciable, la alta burocracia, el INE, la SCJN, el Ejército y la Marina resultan enormemente onerosos al País.

El endeudamiento público está fuertemente controlado gracias a estrictas leyes que limitan que el Estado gaste más de lo que ingresa. En México rebasa los 10 billones de pesos la deuda pública. Además, el Estado también ha centrado sus esfuerzos en mejorar la educación de sus ciudadanos. Y es que, una de sus ideas más claras para aumentar la prosperidad era que sus ciudadanos lograsen una educación del más alto nivel. Aquí con la Reforma Educativa se domestican conciencias y se forma empleados. Mientras en Finlandia -referente mundial en materia educativa-, la figura de los profesores es enormemente respetada y valorada por la sociedad. ¿y nosotros?

“Lo principal que ha contribuido a la riqueza de Singapur, es su política de tolerancia cero contra la corrupción, uno de los factores clave que ha contribuido a la riqueza de Singapur es su política de tolerancia cero contra la corrupción. Singapur es uno de los países con menores tasas de corrupción del mundo. La reducida discrecionalidad del gasto que tienen los burócratas singapurenses, el reducido tamaño del Estado y sus estrictas leyes en esta materia han hecho que Singapur sea también un país de referencia en este ámbito a nivel mundial. El Estado castiga con severas penas de cárcel la prevaricación, el cohecho, la administración desleal y demás delitos relacionados con prácticas corruptas, llegando incluso hasta la pena de muerte”. (Pablo Martínez Bernal. Libre Mercado).

Está dicho todo, México jamás podrá ser potencia mundial, con el modelo económico imperante, la corrupción, la impunidad y la simulación. Desterrarlos es obligación de la sociedad civil concientizada y organizada, para romper la manipulación gubernamental, mediática y eclesiástica como requisito para alcanzar el cambio y transformar a este país.