Formación y experiencia, ejes de la 4T/ Escenarios

Alfonso Ramirez Cuellar le quitó a Raúl Salinas el control de MORENA, a través de Polensvky

En el pensamiento de Gramsci ya no se encierra al partido político en la mera organización, ni se presenta como un fetiche, sino que le abre las perspectivas de la historia nacional y de la vida cultural. Para Gramsci, el partido debe estar involucrado en la vida social y política de su país. Escribir la historia de un partido, afirma Gramsci, es escribir la historia general de un país desde el punto de vista monográfico…Los partidos serán escuelas de cultura política, de dirigencia intelectual: “Las clases expresan a los partidos, los partidos crean los hombres de Estado y de gobierno, los dirigentes de la sociedad civil y de la sociedad política… No puede haber creación de dirigentes donde falta la actividad teórica, doctrinaria de los partidos, donde no existen sistemáticamente investigaciones y estudios de las razones de ser y de desarrollo de la clase representada “. (Gramsci y el Partido Político como problema por Antonio Olivé. Marx desde Cero).

Partiendo de esta fundamentación la transición de MORENA, de movimiento social a partido político, se explica claramente con el pensamiento de Gramsci. Las contradicciones hacia el interior de su base organizativa sacan a la luz las diferencias de las estructuras mentales de sus miembros. La exposición abierta de opiniones y puntos de vista divergentes conducen a confrontaciones normales entre grupos humanos que se integran para alcanzar un modelo de país capaz de transformar su propia realidad. Ello conduce a la disidencia, abre espacios al debate racional de puntos de vista confrontados y provoca que las fuerzas internas se polaricen y contradigan.

Un partido que se originó como movimiento social, que se aglutinó en la diversidad social conformada por trabajadores, campesinos, intelectuales, académicos, hombres y mujeres, jóvenes, adultos y de la tercera edad que provienen de ciudades urbanas y suburbanas, comunidades rurales, zonas indígenas a todo lo largo y ancho de un país devastado por la corrupción, la inseguridad, la pobreza y la desatención social de servicios básicos en salud, educación, empleo y vivienda.

MORENA nace en la lucha de transformar al país y conlleva aciertos y desaciertos organizativos y contrastante experiencia y formación política. Una organización social que aglutina divergencias naturales por el origen de sus miembros. Un partido que rompe con la tradición de la sumisa institucionalidad, de obediencia y domesticación con el fin de escalar posiciones y prebendas del poder, que se entregan como limosna al servilismo humillante de sus miembros.

MORENA ha tomado otra ruta, la que escucha al disidente, la que en el debate busca prevalecer la razón y no imponer la “visión del patrón”. Un movimiento transformado en partido político que asume, demasiado pronto, la convergencia dirigencia-gobierno.

Sus debilidades se magnifican por una oposición expulsada del poder político pero que aún conserva la fuerza y complicidad del poder económico, mediático y hasta religioso. Sus divergencias afloran en medios de comunicación, redes sociales, sermones dominicales y corrillos de pequeños grupos en el café, el aula, el hogar o en la cantina.

Un movimiento transformado en partido debe estar consciente de la gran importancia de la formación política de sus cuadros. La buena voluntad y la mejor disposición de participar no son garantes del éxito en la administración pública conquistada, en regidurías, sindicaturas o alcaldías de muy diverso tamaño, prospección económica e influencia social.

El político difícilmente nace con habilidades y destrezas directivas, estas deben formarse. Un político sin experiencia que logra incrustarse rápidamente a las estructuras de gobierno, a las acciones legislativas, a la militancia partidista no podrá dar resultados óptimos de eficiencia y eficacia administrativa o discursiva. El político deberá someterse a una formación integral profunda para el buen desempeño de sus funciones.

MORENA debe asumir esta responsabilidad con el fin de alcanzar las metas y objetivos cruciales de arribar hacia una transformación plena como sociedad y gobierno.

Esta visión fue abordada por la dirigencia del Instituto Nacional de Formación Política en su reciente Encuentro Nacional realizado en la ciudad de México, el sábado 22 de febrero, ante una asistencia de cerca de dos mil militantes y simpatizantes de toda la república. Encuentro que ofreció la visión correcta del rumbo a seguir a través de conferencias de especialistas, así como la realización de mesas de trabajo con propuestas, observaciones de académicos, trabajadores, campesinos involucrados en construir una mas sólida organización social y política de los cuadros directivos, de los incorporados en la administración pública o en el quehacer legislativo.

MORENA, debe fortalecerse hacia su interior como el partido que debe consolidar el poder político con la responsabilidad de integrar a sus miembros con vocación, experiencia y formación requerida para sumir sus funciones en el plano que le corresponda, pero sobre todo debe dedicar mayor eficacia en la formación de los cuadros, presentes y futuros, para cumplir con sus objetivos. Nadie nace sabiendo, debe someterse a un proceso educativo que le posibilite el conocimiento. Pocos saben lo que quieren, por ello es importante consolidar su formación política para aglutinar vocación propia con los ideales de la sociedad y así construir el tipo de país al que se aspira. Muchos desean participar, pero deben estar conscientes de que solo la formación y la experiencia le dotarán de las herramientas necesarias para cambiar el modelo de nación heredado por la corrupción y el saqueo de sus recursos. Un país, al que México aspira llegar, debe incorporar a su mejor gente con plena conciencia de sus capacidades, habilidades y destrezas logradas por los valores de servir a una sociedad mejor, y someterse al proceso formativo en forma intensiva y al quehacer diario para adquirir la experiencia necesaria para alcanzar las metas trazadas.

MORENA ha dado grandes pasos, la designación de Alfonso Ramírez Cuellar en la presidencia nacional y la consolidación del Instituto Nacional de Formación Política bajo la dirección de Rafael Barajas, el fisgón; la secretaría ejecutiva con el filósofo Enrique Dussel; las vocalías con dos intelectuales de primera línea: Paco Ignacio Taibo II y John Ackerman  y la consejería con el periodista Pedro Miguel y muchos, muchos mas. México requiere de todos. TODOS. Los que quieran que esta Nación cambie. Si, no a la mierda. O todo cambia o todo vuelve a su estatus normal de corrupción.

El cambio se provoca. La continuidad se asume. El cambio depende de voluntad y sobre todo valores. La continuidad es un proceso de defecación de los valores. La sociedad tiene la palabra. Hoy o nunca. Ahora o jamás.  Eso depende de la sociedad involucrada en la transformación o de la gente que se apañó la destrucción. Todo o nada.

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