La salud como mercancia: nunca mas

El gobierno de AMLO cortó el presupuesto para salud por tener dinero para repartir y comprar sus votos con miras a la reelección, es lo único que le importa, aún en plena Pandemia

Jamás la salud deberá volver a ser considerada como mercancía, será uno de los grandes resultados de esta pandemia que, al fin y a cabo, modificará no solo al sistema social, estilo de gobernar, aparato productivo y a la relación sociedad-gobierno. Abolir al neoliberalismo y al capitalismo degradante, dedicado solo al libre mercado para  pisotear derechos humanos, dignidad, formas de vida de miles de millones de habitantes en toda la tierra. Una nueva realidad: “cuando el hombre sale, la naturaleza recupera sus espacios”. Naciones gobernadas con justicia, en sano equilibrio de crecimiento económico y bienestar social. El humanismo contra el despiadado individualismo mercantil e insaciable. Se deberá respetar a la naturaleza y al medio ambiente,  que los humanos y sus gobiernos  hemos depredado.

En México, la oposición a llegado a los niveles mas vulgares, maniqueos de un cinismo sin parangón. Todo lo que provocaron cínicamente ahora le reclaman al nuevo gobierno.

La caricatura de El Fisgón, en la Jornada, es demoledora contra esa “nueva especie mexicana”: esa que dejaron en ruina el sistema de salud, con un faltante de 200 mil médicos y 300 mil enfermeras, desviando 88 mil millones de pesos del Seguro popular, dejando 326 hospitales en obra negra, para dedicarse a esparcir mentiras a granel, para sembrar confusión y pánico, a través de periodistas chayoteros, cómicos, futbolistas y cantantes, todos de la farándula mediática. Ellos son los que ansían que haya muchos muertos y aún así se enojan si se les dice carroñeros. Pero esta oposición zopilotera se congratula en que la población está en casa, guardaditos, ociosos, a fin de invadirles en espacios radiales, televisivos y en redes sociales, para en forma cínica incrementar, despiadadamente, el miedo colectivo desinformando, mintiendo y manipulando. Partidos, legisladores, medios y sus pregoneros, dirigencias empresariales, exfuncionarios, élite religiosa, realizan como nunca  campañas de descalificación al nuevo gobierno, solo vistas en el periodo de Francisco Madero.

Los detractores, los saqueadores, los hampones del periodo neoliberal alardean ausencia de medicamentos, falta de equipo, abandono de atención médica, escasez de camas y espacios que ellos mismos propiciaron desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, sobre todo en la dupla criminal del panismo detractor y corrupto con Fox y Calderón.

La privatización de la salud pública fue una estrategia de desmantelamiento para entregarla a la iniciativa privada nacional y extranjera. La salud pública convertida en mercancía no solo para favorecer los intereses del capital, sino sobre todo para influir en las conciencias adormecidas de una sociedad desinformada.

Hoy se suman los gobernadores panistas, priistas, perredistas y del movimiento ciudadano, para  descalificar todo, crear confusión y sobre todo generar pánico social.

Lo vimos antes en el caso de Ulises Ruiz, exgobernador priista de Oaxaca, en que su esposa es accionista mayoritaria del complejo hospitalario Sedna, el mas grande y lujoso de esa empobrecida entidad; el saqueo al ISSSTE por Miguel Ángel Yunes Linares para el saqueo descomunal al sector salud en su periodo bianual en Veracruz, o las acciones desvergonzadas, en esa materia, de los priistas Herrera Beltrán y Duarte de Ochoa.

Lo vemos hoy con la actitud déspota del actual gobernante panista, Cabeza de Vaca, que fue obligado  por la federación a poner en circulación toneladas de material e insumos médicos guardados criminalmente en bodegas, o la soberbia mentirosa de Alfaro, “desgobernador” de Jalisco, que arremete por la  ausencia de material médico y se deja tomar el pelo,  por empresas extranjeras,  que no surten pedidos supuestamente pagados, así como vitorear a las pruebas rápidas,  y promulgar  respiradores sin calificación. O el bronco independiente, corrupto, de Nuevo León. Gobernantes que se aliaron a la privatización de la salud pública, junto a otros que lo hicieron con la reforma educativa y lo peor los que se volvieron “petroleros” al adjudicarse decenas de expendios de gasolina y pozos petroleros y aún mas los que fueron contratados como empleados por las grandes trasnacionales, a las que entregaron,  ferrocarriles, electricidad, sistema educativo, o aquellos que sometieron a jueces  y magistrados con las reformas al sistema de justicia, o los que someten a médicos, enfermeras, autoridades médicas, contratados en sus periodos, para protestar ausencias inexistentes y así retornar al robo descarado de los bienes de la Nación.

Este fenómeno no es privativo solo de México, la destrucción del sistema de salud en Estados Unidos ha sido exhibido magistralmente por Michael Moore en SICKO, su película (2007) y ahora en su serie televisiva (2020), en la que desnuda la ausencia de servicios médicos a mas de 50 millones de norteamericanos, y a los mas de 25 millones defraudados por aseguradoras que impiden, desvían y niegan atenciones médicas a la clase media estadounidense. Hoy con el Covid-19 se ha observado que la gran mayoría de los muertos en New York, Texas o California son los blancos pobres, afroamericanos o migrantes mexicanos y centroamericanos.

 

 

En Italia, España y Francia el modelo neoliberal impactó por una infección colectiva que llegó a niveles impresionantes por haber desmantelado el sistema de salud pública. Caso que no sucedió en Alemania, que mantuvo férreamente un sistema de salud de calidad y fortaleció el cuerpo médico altamente especializado, con la característica de una firme política fiscal que obliga al cumplimiento en el pago de impuestos de toda la sociedad y al carácter de un gobierno de aplicarlos en beneficio de la población alemana en general.

Ante ello, México sostiene una política realista sobre la pandemia, pese al desastre provocado al sistema de salud, por las administraciones del PRI y el PAN. Propone una política económica de austeridad y justicia social pese a los excesos de las grandes corporaciones de antaño. Obtuvo el reconocimiento de la OPEP en su férrea defensa energética. Ante la propuesta de AMLO, se logró el respaldo de 161 naciones, de la ONU, para vigilar y sancionar la especulación en medicamentos y equipo médico especializado. Ha sido respaldado por Rusia, China y Estados Unidos en el abastecimiento necesario para contener al Covid-19.

La 4T en México avanza lenta pero firmemente con los recursos recuperados de la corrupción y de aplicar justicia a los evasores fiscales. La mejor y única forma de obtener recursos, sin acrecentar el criminal endeudamiento con la banca internacional, todo ello permitirá alcanzar lo que constitucionalmente se le atribuye al sector para brindar salud de calidad y gratuita para todos los mexicanos.

 

 

 

 

 

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