Regresa el terror de SSP a Xalapa

Como en el fatídico sexenio de Javier Duarte con su capitán “tormenta”, Arturo Bermúdez Zurita, a cargo de una de las corporaciones policíacas más letales de la historia reciente de Veracruz contra la población, por las constantes agresiones a manifestantes, detenciones arbitrarias, desapariciones y violaciones sexuales contra chicos, suficientemente documentadas, parece que el terror en tiempos de Morena regresa a Xalapa.

Dos ejemplos deben activar los focos rojos en materia de seguridad y alertar a la población y organismos defensores de derechos humanos para frenarlas:

Serigrafisca muere en San José tras ser detenido

La tarde del pasado sábado 2 de mayo en la colonia Los Cántaros de Xalapa, un hombre joven de 33 años edad, que se dedica a la serigrafía gritaba y pedía auxilio porque lo querían detener una horda de policías fuertemente armamos. El video circuló por redes sociales, “ me requieren secuestrar”, gritaba.  La Policía Estatal  acudió a la colonia porque presuntamente el joven estaba causando escándalo.

Los uniformados detienen a Carlos Andrés Navarro Landa, lo suben a la batea de una de las patrullas y lo llevan al cuartel San José. Antes, la madre recibió un mensaje de su hijo por celular que los policías lo querían “secuestrar”.

Una vez que se lo llevan, los familiares piden ayuda en redes sociales denunciando la detención arbitraria y lanzan mensajes en las redes sociales: ¡Ayúdalo a volver casa!, con la imagen de Carlos, esposado y el video donde los policías lo acosan. Pero no resulta efecto y Carlos Andrés Navarro Landa no es liberado.

Al otro día, el domingo 3 de mayo por la tarde,  su madre María del Carmen Landa Rodríguez recibe una llamada del Cuartel de San José para informarle que su hijo había muerto de “un infarto”. Desconsolada y fuera de si, la madre acude por el cuerpo de su hijo, en su mente solo escucha la voz de ayuda de Carlos, lo recuerda de bebé, de joven, los acontecimientos más importantes que vivió con su hijo. Una avalancha de imágenes la inundan y después la rabia e impotencia.

Cuando ve el cuerpo de Carlos Andrés descubre que tiene moretones y hematomas en la cara y el cuerpo y maquillaje para simular las heridas. Esto lo denuncia a los medios de comunicación mientras la SSP da a conocer a través de un comunicado, que el joven murió “de infarto”.

Según el reporte de la Fiscalía la muerte del joven fue por “infarto al miocardio debido a traumatismos múltiples”. Pero la madre suelta: “No fue un paro, mi hijo estaba sano, fue de los golpes que le dieron”. Ayer fue sepultado.

“Este es el gobierno por el que tu votaste, ahora te chingas”.

“Este es el gobierno por el que tu votaste, ahora te chingas”; le grito el policía “Ángel”  fuertemente armado a Jorge “N” mientras lo avienta a la batea de la patrulla. El joven fue bajado de su vehículo cuando circulaba con unos amigos la madrugada del 26 de marzo sobre la avenida Lázaro Cárdenas. Acababan de cenar tacos a la altura de la colonia Rafael Lucio, tras una jornada de trabajo nocturno en Banderilla por la pandemia del Covid19, cuando pasaron cerca de un convoy de cinco patrullas de la SSP que se encontraba estacionadas.

Un par de policías, los otros con sus celulares al interior de sus patrullas, pidió a Jorge que se detuviera y bajaran del auto. Jorge preguntó el motivo y el artículo por el cual eran detenidos pues no le hicieron ninguna prueba de alcoholímetro ni había retén de operativo. El policía “Ángel” nervioso citaba el artículo 48, luego el 53. Como se “resistía” Jorge, el resto de los policías dejaron los celulares, se bajaron de las camionetas y con sus armas rodearon a los cinco jóvenes. Eran diez uniformados. Uno de los jóvenes empezó a grabar con su celular y otro policía endureció el tono y le dijo al joven que dejaran de grabar y que borrara el video.

El policía Ángel ordenó a su compañero subir a Jorge a la patrullas y al resto les dijo que se fueran.” Te vas al cuartel de San José por ultrajes de la autoridad”, le dijo y se lo llevaron. En el camino recibió insultos como “eres un pendejo”, golpes  y la frase: “Este es el gobierno por el que tu votaste, ahora te chingas”.

El auto de Jorge fue conducido por otro policía y lo estacionó afuera de San José. En el cuartel, Jorge fue despojado de todas sus pertenencias, celulares y cartera y las mujeres policías que lo recibieron no le supieron decir el motivo de su detención. Ni mucho menos el nombre del comandante del operativo pese a reiterados pedidos del joven.

Jorge hizo una llamada y un amigo fue por él y a las dos horas salió libre pagando una multa sin recibo, de 300 pesos. Al otro día tuvo que ir al corralón pues las Grúas Garrido se habían llevado su vehículo y pagó mil 500 pesos por el arrastre y corralón. En el recibo que le dieron decía el nombre de Armando Gómez A. como el mandante del operativo y la violación al artículo 65 del Bando de Policía y Buen Gobierno como motivo de la detención.

Afortunadamente Jorge no tuvo la misma suerte que el joven serigrafista pero si el atropello de detenerlo y torturarlo sin ningún motivo. Pagó casi 2 mil pesos por ese “incidente” y le robaron algunas pertenencias que tenía en su carro. Jorge  no presentó queja ni denuncia por la violación a sus derechos humanos por temor a represalias, como muchas personas en este país.

El problema es que estamos en la misma dinámica de la época de terror que se vivió en Xalapa en los tiempos de Javier Duarte y de su terrible jefe policíaco que por cierto salió libre cuando el gobierno de Morena asumió el poder en Veracruz. Las corporaciones no fueron limpiadas, “solo rotadas”.

Hoy el jefe de la policía en Veracruz es Hugo Gutiérrez Maldonado, el sobrino de Andrés Manuel López Obrador quien lo puso ahí y es inamovible. Según versiones en Palacio, él es el gobernador de facto en Veracruz. El que decide los puestos en las principales secretarías y quien se va. El que impondrá a Verónica Hernández en la Fiscalía de Veracruz. «Podrán cambiar al gobernado Cuitláhuac García pero no a él». Este es el principio de un largo camino funesto otra vez, para Veracruz.