La muerte del joven Carlos Andrés Navarro Landa en el cuartel de San José después de que policías estatales lo detuvieron y golpearan el pasado 2 de mayo, hubiera quedado en el olvido ni no fuera por las protestas masivas en Estados Unidos y en varias partes del mundo por el asesinado del hombre de color George Floyd a manos de policías de Minneapolis.
El video donde se observa a un policía blanco asfixiando a George Floyd de 46 años, desató las airadas protestas contra el racismo de los últimos 20 años en Estados Unidos, en varias partes del mundo y en México, principalmente en Jalisco.
Y es que dos días después de que asesinaran al xalapeño Carlos Andrés Navarro Landa en el cuartel San José, como dice su familia, el 4 de mayo pero en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos Jalisco, cuatro policías detenían y sometían al albañil Giovanni López por no llevar cubre bocas. El joven murió también en los separos de la policía local.
También esta muerte de manos de la brutalidad de los mandos policiacos que tiene la misión de “protegernos·, hubiera pasado en el olvido sin la indignación mundial por la brutalidad de los policías que actúan en contra de la población en casi todo el mundo.
En México este asesinato y el de Carlos Andrés Navarro Landa, que dejó cinco hijos huérfanos, fueron retomados por algunos medios de comunicación nacionales. En Jalisco se movilizaron para protestar y en Xalapa la familia aprovechó la coyuntura para exigir justicia por Carlos y convocaron a una marcha pacífica para el lunes 8 de junio, desde una semana antes. Porque ni el gobernador Cuitláhuac García ni la fiscal de Veracruz Verónica Hernández no los ha querido recibir. No hay avances en la investigación y el C4 alega que el 2 de mayo cuando a Carlos Navarro es ingresado por los policías al cuartel de San José, “no sirvieron las cámaras de vigilancia”. Es decir no hay registro visual del ingreso del joven serigrafista.
Pero el domingo 7 de junio a algunos reporteros y jóvenes les llegó una invitación de otra marcha “feminista”, el lunes 8 de junio convocada por un presunto «Colectivo Feminista Ultravioleta de Xalapa”, un colectivo que nadie conoce.
La familia de Carlos marchó por la mañana del lunes por la avenida Lázaro Cárdenas y se congregaron en la Plaza Lerdo, ahí estuvieron hasta las 12 del día. La familia argumenta que dos personas pretendieron infiltrarse en su caminata hacia el centro de Xalapa para provocar desmanes por eso a su llegada se deslindaron de la marcha del “Colectivo feminista”.
Mientras tanto un grupo de jóvenes hombres y mujeres encapuchados, vestidos de negro, empezaron su marcha del Teatro del Estado hacia el centro de Xalapa. Algunas mujeres llevan niños, otras tenían mazos, martillos y aerosoles. Empezaron a pintar bardas y a destrozar cajeros automáticos como los de Bancomer ubicados cerca del monumento a la madre, sobre la avenida Ávila Camacho.
Pese que tenían cubierta totalmente la cara, impedían que reporteros les tomaran video o fotografías de cerca, incluso a algunos fotógrafos les echaron pintura en sus cámaras. Y el resto es conocido: destrozaron vidrios de comercios de Enríquez y Bancos. No dañaron ningún edificio público excepto la Torre de la SSP. Pesa a que habían causado destrozos en los cajeros de Bancomer de Ávila Camacho no hubo siquiera un policía antimotines para proteger a los comercios de Zaragoza y de Enríquez, Los dejaron que hicieron lo que quisieron hasta llegar a plaza Lerdo donde destrozaron las letras de Xalapa y los vidrios del edificio de Bancomer y quemaron un muñeco con figura de un policía frente a palacio de Gobierno.
No leyeron ningún comunicado, no portaban ninguna cartulina, no expresaban demandas específicas, solo se dedicaron a causar destrozos en comercios, los cuales se estiman pérdidas en 20 millones de pesos por la Canaco.
Esta acción logró su cometido: los destrozos vandálicos acapararon las principales titulares de la mayoría de los medios ensombreciendo la marcha y protesta de los familiares de Carlos Navarro. Por la noche el gobernador morenista condenó los hechos pero descartó presentar denuncias por los daños causados a las oficinas de la SSP.
Entonces: ¿Quién orquestó esta marcha?, ¿Por qué no leyeron demandas y consignas?,¿ Por qué los policías no protegieron los comercios pese que tienen equipo antimotines y hordas de policías como la que llevó al indefenso Carlos Navarro?. ¿Por qué Cuitláhuac no se ha pronunciado por la muerte del serigrafista?. ¿Por qué la CEDH tampoco ha dicho nada?. Y por ultimo: ¿ Por que el sobrino de AMLO, es decir el titular de la SSP Hugo Gutiérrez Maldonado no ha anunciado siquiera una investigación interna contra los policías que se llevaron a Carlos?.
Todos parece indicar que los tiempos violentos regresaron a Veracruz. Las señales ya están dadas. ¿Revivirán los escuadrones de la muerte como los que golpearon brutalmente a jóvenes universitarios amigos de Nadya Vera y Rubén Espinosa el 5 de junio de 2015, un mes antes del asesinato del foto reportero Rubén Espinosa?.
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