No avanzaremos haciendo lo mismo

Todos queremos que México prospere y sea un país  justo,  libre, con mayores oportunidades para todos.

Pero: ¿Cómo vamos a lograr la meta  para competir mejor, si nuestras autoridades hacen todo al  revés de como se hacen las cosas en  los países exitosos?.

Por ejemplo: En Estados Unidos, Canadá, Alemania, Inglaterra y China sí hay outsourcing. Aquí  pretenden eliminarlo de tajo, sin darse cuenta de que ponen en riesgo el empleo de 4 millones de trabajadores que laboran mediante esa forma de contratación. Si algo hay que corregirle al outsorcing para realmente mejorarlo, que se haga. Pero suprimirlo de golpe resultará un disparate cuando escasea tanto el empleo.

En otras naciones puedo contratar el suministro de energía eléctrica con la empresa que yo quiera, porque me da mejores precios y condiciones. Tengo además de dónde escoger.

En cambio aquí tengo que contratar a fuerza el suministro eléctrico con el monopolio estatal caro e ineficiente llamado CFE, porque no tengo otra opción.

En otras naciones existen distintas empresas petroleras que  venden combustibles a precios razonables, ganan dinero y pagan impuestos. Aquí, el monopolio PEMEX nos vende caro, pierde dinero y todavía con nuestros impuestos tenemos que cubrirle sus  pérdidas.

En Canadá, Australia y Estados Unidos no ha habido nunca reforma agraria. La tierra es de quien puede comprarla y administrarla. Existen allá propietarios de grandes extensiones  dedicadas a la agricultura. Por cuestión de escala, sus costos bajan, contratan mano de obra a la que le pagan mejores sueldos que los que reciben aquí los trabajadores mexicanos y además producen enormes cantidades de alimentos para exportar. Aquí la superficie de tierra que una persona puede tener está acotada por la ley y todavía hay un legislador de la 4 T que propone reducirla  más. Hacer producir una pequeña propiedad resulta carísimo, ineficiente y empobrecedor. Por eso en México el campo está abandonado y más del 50% de lo que comemos debemos traerlo del extranjero. Este es un problema de seguridad nacional que pocos han detectado.

En cuanto a la educación oficial, estamos en la calle. En otros países se privilegia el aprendizaje, la competencia,  el conocimiento y las habilidades adquiridas. Aquí, se hacen puentes con cualquier excusa y todos los alumnos resultan aprobados, aunque no aprendan. Por eso tenemos alumnos de bachillerato que apenas saben leer y escribir con dificultad y profesionistas con una pésima ortografía, además del desconocimiento de la aritmética elemental. Este enorme retroceso se debe a que las autoridades han puesto a la educación en manos de los sindicatos y de los políticos. En algunas regiones del país, los maestros se especializan no en enseñar, sino en bloquear carreteras, vías del tren, tomar casetas de cobro, chantajear a las autoridades y causar múltiples destrozos a los edificios públicos. Y no se diga de los alumnos de la mayoría de las escuelas normales rurales, mismos que son azuzados e ideologizados por sus profesores, para que salgan a protestar a las calles  en forma violenta.

¿Cómo vamos a avanzar así?.  

Lo peor de todo esto es que en promedio el 50% de la gente no vota y además, dejamos que los partidos  nos impongan  como candidatos a los cuates y parientes de los que controlan las cúpulas, aunque  tengan nula experiencia para el cargo, pero eso sí, llegan con las uñas bien afiladas, listos para robar.

Ojalá que con nuestra participación decidida esto cambie. Los partidos viven de nuestros impuestos. Exijámosles que pongan candidatos capaces con un verdadero espíritu de servicio y no a quienes invierten en regalar espejitos para  convencer a las masas de que les den su voto.

Ya estando encaramados en el poder, nos cobrarán con creces lo que gastaron  en chucherías.

Esto de plano no puede seguir así.

Solo podremos cambiar las cosas participando y exigiendo.

¿No les parece  a Ustedes?

Muchas gracias y buen fin de semana.