¡Aleia iacta est! ¡La suerte está echada!

Es necesario que con nuestro voto  reconstruyamos los equilibrios perdidos, para que los tres Poderes de la Unión tengan la independencia y libertad que necesita cualquier democracia. Ve preparando tu voto el próximo año.

Hemos comentado en múltiples ocasiones que el futuro de México se decidirá en las elecciones del   año próximo.

Es necesario que con nuestro voto  reconstruyamos los equilibrios perdidos, para que los tres Poderes de la Unión tengan la  independencia y libertad que necesita  cualquier democracia.

Una manera de conseguirlo es uniendo a los partidos de oposición en un frente común. Solo así podrán conseguir la meta anhelada. Desunidos van derechito a perder, porque el voto opositor de los ciudadanos inconformes con los pobres resultados obtenidos por la 4T, se dispersará entre todos los partidos.

Tiene que considerar la oposición que va a contender contra quienes tienen el poder, contra los partidos satélites de la 4T y también contra quienes usarán cientos de miles de millones de pesos para captar votos a través de sus programas clientelares.

La lucha no será fácil.

Algo ya se avanzó. La unidad que parecía imposible se logró  mediante la alianza “Sí por México”.

El mérito principal de esta hazaña lo tuvo la sociedad  civil organizada, que presionó a los partidos y lo consiguió.

La primera parte de la tarea ya se hizo. Falta ahora que los distintos partidos que constituyeron la alianza concilien sus diferencias para postular a los cargos de elección popular solamente a los mejores prospectos. Esta es la oportunidad histórica que tienen de no seguir dándonos a los ciudadanos gato por liebre. Ya no pueden  seguir engañándonos ofreciendo cambios para mejorar, si al final continúan poniendo como  candidatos a los mismos de siempre. A quienes tienen  fama de corruptos, a los parientes de quienes mandan o a quienes llegarán al cargo como simples títeres que otros manejarán.

Algunos adelantados buscan popularidad a través de una eficaz y cara campaña mediática donde pagan para que los medios publiquen diariamente su foto donde salen regalando chucherías a los necesitados, no para ayudarlos sino para comprometer su voto.

Quien gasta en espectaculares carísimos y anda  regalando espejitos, está invirtiendo centavos para después recuperar pesos  con cargo al erario público.

Esa vieja historia ya es muy conocida por todos.

¡Ya parece que lo que todo esto cuesta saldrá  de su bolsillo!.

La competencia debe ser por capacidades y cualidades, no por ver quién regala más.

Por otro lado, no obstante que las diputaciones son relevantes para construir contrapesos,  éstas no atraerán tanto a los votantes, como  la elección de presidentes municipales.

Por eso es importante tener buenos candidatos a alcaldes. Si éstos son preparados, sensatos, honrados y expertos; su sola presencia en las boletas atraerá votos para los candidatos a legisladores de la alianza.

Si por el contrario, los partidos políticos postulan como alcaldes  a quienes tienen fama de rateros,  a quienes abusaron en pasados cargos o a quienes les falta madurez, experiencia y capacidad para el puesto; entonces el rechazo generalizado acabará afectando a los candidatos a diputados de la alianza.

Si la alianza no consigue tener mayoría en la Cámara de Diputados, las consecuencias para el país serían desastrosas, porque no tendríamos contrapesos.

Otro problema a evitar es que si las tribus  que mandan en los partidos no se ponen pronto de acuerdo en la selección de los candidatos,  provocarán un choque de trenes que romperá la unidad, disminuyendo así las posibilidades de ganar.

Ojalá haya consensos para  superar las ambiciones personales y apoyar realmente a México en momentos tan complicados.

Hay entre la sociedad civil  personas valiosas que podrían hacer un excelente papel. Esa gente talentosa está desaprovechada simplemente porque quienes controlan los partidos solo postulan a los cargos en disputa a sus incondicionales, a sus parientes y a quienes les prometieron negocios jugosos o un empleo.  

Esto es una verdadera pena, porque los partidos no se mantienen solos. Acabamos sosteniéndolos  los ciudadanos con dinero de nuestros impuestos.

No podemos seguirles dando recursos para que  continúen defraudándonos, poniendo a indeseables como candidatos.

Alguien me dijo sobre algunos dirigentes: Actúan igualito que los cadeneros de  antro. Solo dejan pasar a los cuates y a los que  dan buenas propinas.

¡Que bajo han caído!.

Ya no está México para aguantar tanta corrupción, ni tampoco tanta improvisación.

¿No les parece a Ustedes?.

Muchas gracias y buen fin de semana

 

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