Redes sujetas a intereses mezquinos/ Francisco Blanco/ Escenarios

Lo paradógico es que Luis Cárdenas es amigo del secretario de SSP de la CDMX Omar García aspirante al próximo deje de gobierno

 “Una estrategia militar estadounidense ha sido puesta en boga desde hace algunos años en América Latina para generar golpes de Estado en la región. El lawfare continúa siendo una amenaza latente para los gobiernos progresistas del continente. El lawfare o guerra jurídica constituye una de las más serias amenazas a la institucionalidad democrática de América Latina. El término proviene de los manuales de estrategia militar estadounidenses y describe un método de guerra no convencional en el que la ley es usada como un medio para conseguir un objetivo militar. En su aplicación práctica en la confrontación política, los instrumentos jurídicos se desvían indebidamente para perseguir e inhabilitar a adversarios políticos o mandatarios incómodos para los intereses de los poderosos. Se trata de utilizar la justicia como arma política, judicializando la política con la previsible consecuencia de la politización de la justicia. La amplificación mediática interesada que la acompaña cumple la tarea de estigmatizar y causarle un daño reputacional irreparable a la víctima para sacarla del juego político”.  (Grupo de Puebla.Org/Clara López Obregón).

Un caso: La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le negó un amparo a Gustavo Cárdenas Fuentes, tío de Luis Cárdenas Palomino, con el que buscaba evadir un cobro de 342 millones de pesos por impuestos acumulados desde 2015. Cárdenas Fuentes es un empresario a quien se le ha vinculado como supuesto miembro de la red de corrupción encabezada por Genaro García Luna, con la que se habrían desviado más de 745 millones de dólares del erario además dejó de pagar 163 millones de pesos correspondientes a impuestos desde 2015. Pero  interpuso un amparo para impedir que la autoridad fiscal entrara a su propiedad y revisara sus cuentas. Amparo gestionado por el ministro Luis María Aguilar, fan de la presidenta de la Corte Norma Piña, por fortuna rechazado por 4 ministros conscientes del suceso. Mismo procedimiento se le realizó a la esposa de García Luna, Cristina Pereyra, al desbloquearle sus cuentas bancarias con más de 200 millones de pesos. Al unísono de ministros que ampraron al ex alcalde de Iguala Gro y al líder de Guerreros Unidos. Estas y muchas otras tropelías jurídicas en favor de minorías rapaces, jamás en defensa del pueblo mexicano. Una Suprema Corte de Justicia de la Nación al servicio de la delincuencia bien organizada, tanto criminal como de cuello blanco.

La SCJN no se toca, claro que no,  si ya está bien mocheada por  grandes capitales de  intereses trasnacionales. Resultado: Movilización de una sociedad civil domesticada, defensa inmediata de analistas y comentaristas de medios convencionales y sobre todo el ejército de defensores en redes sociales identificados como influencer, trolls, bots, y ahora los fakes. Autores de fakes news, chismes, rumores y lo que se venga.

Identificado por el politólogo italiano Giavanni Sartori como la transición del homo sapiens al homo videns,  que consumen hoy en día principalmente redes sociales: Los trolls ayudan a asentar el mensaje de que tal funcionario fue declarado culpable usando  esa palabra clave  y confundiendo a los usuarios de redes, incluso cuando aún no haya habido sentencia. Los bots sirven para lograr que ciertos temas se impongan en la agenda o generen ruido por la gran cantidad de mensajes que circulan. Los bots pueden distraer a la opinión pública volviendo una acusación sin fundamento sobre un político opositor. Los influencers, personas con muchos seguidores, comprados o alquilados, que logran que sus mensajes lleguen a muchísima gente que los lee e inclusive los reproduce. Son la crema y nata del show mediático, los grandes capitales les compran millones de seguidores para consolidar ideas profanas del golpe blando, en ellos están la belleza corporal o las habilidades lingüísticas hasta quizá las destrezas para manipular conciencias a diestra y siniestra. Entran y salen de lo vano a lo crucial político. Son las vedetts del show mediático. Son los que divulgan y consolidan los chismes, rumores y noticias falsas, con cinismo y sin respeto. También existen los fakes, usuarios que tratan de hacerse pasar por políticos, artistas u otros personajes famosos. Todos estos actores mediáticos, en redes sociales, se entrecruzan entre golpes blandos, jueces corrompidos, ministros obedientes y sumisos al capital, exfuncionarios dolidos por su expulsión del paraíso de la corrupción. Todos ellos se suman a periodistas y dueños de medios, jerarcas religiosos, empresarios que añoran la evasión fiscal y contratos mal habidos, y sobre todo una clase media aspiracioncita que busca afanosamente sacar partido del desastre y construir su propio futuro individual y consumista.

El golpe blando es consecuencia de la guerra judicial, el lawfare. Nadie debería sorprenderse si el lawfare entraña un peligro mortal y que combatirlo es un imperativo no solo de quienes quieren una justicia digna sino también de los que creen que la democracia es una opción inacabada que va mucho mas allá de la mecánica electoral.  Es hacer realidad un régimen político que se proponga honrar la gran promesa de la democracia, es decir que logre la igualdad sustantiva y no sólo formal de las y los ciudadanos, que revierta la mercantilización de los derechos producidos por el neoliberalismo, en salud,  educación, empleo, vivienda, seguridad etc. Que garantice la representación responsable  y revocable de ,los funcionarios electos, la rendición de cuentas y el gobierno efectivo de las mayorías teniendo como. Meta el bienestar y la felicidad general de la población toda. De ese 99% ausente de la distribución de la riqueza,  contra ese 1% que la concentra a su impúdico beneficio.

El caso de la senadora Xochitl Galvez, la botacarga del PAN, la comediante de la oposición, la chistosita de Claudio equis. Es así: “En los últimos seis meses, Xóchitl Gálvez se ha encadenado en el Senado, se ha disfrazado de dinosaurio. Histriónica, provocadora y sin pelos en la lengua. Se montó en su bicicleta a primera hora y se plantó en el Palacio Nacional para exigir su derecho de réplica, con amparo en mano de algún juez afín a Norma Piña. Gálvez criticó los programas sociales y esbozó una sonrisa pícara, reconoce que es muy terca y muy cabrona, y asegurando que nadie la va a detener. Dice que encabeza las encuestas para el Gobierno de Ciudad de México, pero confiesa que  empezó a pensar en la presidencia. “Sé que la candidatura hoy está perdida, en los números, pero yo nunca he empezado una candidatura ganando”, afirma. “Estoy pensando dónde sirvo más, dónde soy más útil”. (El País). ¿Imagínense una presidenta así?

¿Y tan tan? el show debe continuar. Coño cuando apenas comienza….

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