Libros de texto, educación y familia / Tomás Trueba Gracián

Nueva Escuela Mexicana.
- en Opinión

“Formar buenos cristianos y virtuosos ciudadanos” San Marcelino Champagnat.

Desde que Andrés Manuel andaba en campaña nos dejaba ver que iría por una contrarreforma educativa. Mencionaba que lo que se había hecho era contrario a todos los valores educativos de la libertad, mencionaba que afectaba a los maestros y que la reforma educativa había sido una reforma laboral. Pues cumplió su propósito y con su mayoría aplastante logró la contrarreforma educativa, y se jactó de hablar de la Nueva Escuela Mexicana.

Su intención siempre fue clara y tendría que lograrlo, acabar con una educación de calidad, acabar con la evaluación educativa, acabar con la posibilidad de que los niños y los jóvenes aprendieran, que ellos no razonaran, que solo fueran receptores como autómatas de un adoctrinamiento. Él solo buscaba que la ignorancia ganara en México. Y lo dijo en una de sus mañaneras que son los ignorantes los que votan por MORENA porque son a los que se les puede manipular.

Siguió paso a paso con todo el proceso del retroceso formativo, él no entiende, como muchos, que aprender matemáticas te ayuda a razonar, a resolver problemas, no solo de números sino de la vida diaria, aprendes a pensar. Hablan en su educación de los derechos, hablan de libertades, pero no hablan de las obligaciones y las responsabilidades. Hoy estamos ante un proceso que puede ser la puntilla, unos libros de texto que ideologizan, que adoctrina, libros que no son formativos en la enseñanza, libros que no preparan para ser mejores seres humanos.

Hay cientos de errores en cuanto a la enseñanza de la historia, de la geografía, de la gramática y el Director de Libros de Texto sale con la burrada de que son nichos de oportunidad. Desde luego que ellos van a defender con todo su sistema formativo, sus aberraciones, pero nosotros los ciudadanos no podemos permitir más de esto. No nos dimos cuenta, o no nos quisimos dar cuenta, desde el principio que iban para allá. O no creíamos que se atreverían. Pero lo que importa es que ya llegó el momento de parar al monstruo que está atacando a nuestros niños y jóvenes.

La familia es la primera escuela, es en la familia donde los niños empiezan a formarse, es donde empiezan a aprender, se les enseña a caminar, a hablar, a comer, a saludar, a respetar, a conocer lo que es importante, aprenden a diferenciar lo que es lo correcto de lo incorrecto e incluso muchas veces hasta las primeras letras y números. Aprenden jugando y cantando. Son los padres los responsables de iniciar y continuar el proceso de formación de un ser humano íntegro y con capacidad para decidir cómo debe ser su vida. Claro llega el momento cuando los hijos adquieren la madurez necesaria que ya toman sus propias decisiones, pero mientras adquieren la madurez necesaria en casa deben estar de la mano con ellos.

Es en el hogar con los padres, aunque sean padre o madre solteros, donde se debe guiar y orientar a los hijos. Es en el hogar donde se debe estar al pendiente de lo que el niño hace, lo que el niño lee, lo que el niño mira en la televisión o en los aparatos que tienen internet. Se debe dialogar y enseñar. Se debe educar en el respeto a los que los rodean.

En las escuelas los niños van a complementar lo que deben aprender, van a la escuela para formarse en materias que los ayuden a ser mejores intelectualmente y con capacidad de pensar de progresar, de saber para poder decidir, solo el que sabe es libre. El conocimiento genera libertad. Y es en la escuela donde el niño debe aprender las materias que le permitan conocer más de las materias que lo formaran. Todo lo que se aprende en la escuela es útil, pero esa utilidad de las materias que se imparten la deben destacar los docentes, ellos deben hacer notar la importancia de su cátedra y para que les va a servir. No hay materias inservibles. Pero de igual manera los maestros y los padres de familia deben ir de la mano, deben complementarse para la formación del alumno, deben dejar muy en claro la jerarquía a respetar.

En este momento nos damos cuenta que la formación de los alumnos la quieren llevar por otro rumbo, no a la formación íntegra del ser humano sino a la formación de adoctrinados que reclamen sus derechos. En este momento vemos como la calidad educativa está en dirección a la baja, no haya evaluaciones, no hay miras al futuro, no hay miras a entender lo que es el mundo y a lo que deben enfrentarse, no entienden porque no quieren aspiracionistas que todos tenemos el derecho a progresar a ser mejores.

De muchos de los temas a tratar como es la parte de “género”, sexualidad y otras que tienen que ver con la madurez, no saben, mejor dicho, no entienden que la corteza pre frontal que es la responsable que es la responsable de la toma de decisiones, de habilidades emocionales termina de madurar en la adolescencia tardía (entre 20 y 25 años) y es parte del lóbulo frontal el responsable de lo cognitivo y del comportamiento.

En este momento el reclamo a las autoridades educativas debe también acompañarse a ver que estamos haciendo como padres de familia en la formación de nuestros hijos, si estamos pendientes de sus avances, de sus problemas, de lo que leen en sus libros, de lo que les enseña su maestro, de los que platican con sus amigos, en fin estar inmersos en la vida de nuestros hijos.

No dejemos todo al gobierno, asumamos nuestra responsabilidad. Seamos los primeros y más importantes maestros de nuestros hijos, para que ellos sepan confiar en nosotros y podamos todos juntos preparar mejor a los niños y jóvenes.

 

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